martes, noviembre 15, 2011

Exposición "Los artistas descalzos de Haití" en la Sala 1 del Museo de la Cultura Maya


CHETUMAL.- La exposición "Los artistas descalzos de Haití", instalada en la Sala 1 del Museo de la Cultura Maya, reúne esculturas, pinturas, grabados y fotografías de arte naif creado por artistas anónimos de Haití en cuyas obras se plasma la realidad del país más pobre de la cuenca del Caribe.
Dicha muestra fue inaugurada la mañana de este lunes dentro del programa de exhibiciones y actividades académicas del Festival de Cultura del Caribe 2011. Se exponen fotografías, esculturas hechas en piedra y madera y obras pictóricas realizadas por artistas anónimos de Haití.
La etnóloga Renée Petrich, coordinadora de la exposición, explicó que dicha muestra surge a raíz de la invitación que la Secretaría de Cultura hiciera al Centro INAH para participar en el festival ya que para el INAH “el Caribe representaba un espacio lejano” necesario de abordar.
“De pronto se nos vino a la mente un paisito. Un país maravilloso, pequeño, pobre, desolado por tantas fracturas que ha tenido en su política y sobre todo por su naturaleza, pero que en las artes, en su cultura, destaca como ningún otro entre todos los países y las islas del Caribe: Haití”, explicó.
Haití tiene una larga historia, por lo tanto conserva una cultura my rica, resultado de una mezcla de africanos, franceses y españoles. Sin embargo se ha ignorado al país debido a su lamentable y dolora situación económica y social. La cultura, y en especial el arte haitiano, son de los más singulares y cohesivos, lo que lo hace diferente al resto de los países de Caribe.

“La muestra habla por sí misma. La pintura naif es la mejor que existe en el Caribe y que incluso se vende en las grandes galerías de París o Nueva York, aquí la tenemos a través de sus artistas descalzos. De sus artistas de la banqueta. De sus artistas tan pobres. Hay artistas renombrados pero aquí tenemos a los anónimos, los que no tienen más que una firma debajo pero su obra habla por sí misma. Una obra que muestra su vida cotidiana, su religión, su magia, que muestra a este sincretismo tan rico que es el vudú. Este vudú que nos han mostrado a través de la televisión y de los medios de comunicación como una parte verdaderamente triste o de terror con los zombis que, efectivamente, en el vudú existen los zombis, existen los loas y los veremos en las fotografías, en las pinturas, en las banderas que tienen que aparecer siempre, en un altar de los pequeños templos de vudú. Tenemos también trabajos de lo que ellos le llaman kupé o fierro cortado que es reciclado de los tambos y barriles y vehículos viejos de la chatarra, haciendo unas obras maravillosas. Hay dos pequeñas esculturas en una piedra verde.”
La etnóloga agregó que en las principales ciudades turísticas de Haití como Puerto Príncipe y Jacmel, hay más galerías de arte que restoranes u hoteles.
Haití no estaba contemplado para participar en el festival, explicó Renée Petrich, ni siquiera pudo contactar con la embajada ni traer obra pero la etnóloga consideró importante la presencia de dicho país. “Siento que Haití, en cuanto a arte pictórico sobre todo, es el país que más ha dado en todo el Caribe. No vamos a menospreciar para nada, no es una cuestión de comparación con Jamaica o Cuba”, explicó.
Son pintores de banqueta. Pintores descalzos que han sido pobres desde que Cristóbal Colón descubrió la isla. A pesar de la pobreza y las vorágines sociales que han vivido a través de los años, el arte ha sido elemento fundamental en la vida del pueblo haitiano. “El terremoto de 2010 fue la gota que desbordó el vaso pero el arte es algo que conforma su vida y del cual no se desprenden. Y al contrario, es lo que les ha ido manteniendo en un nivel.”
Los rostros, los ambientes y las obras que en esta exposición se muestran, son apenas una selección que pretende mostrar la realidad y la sensibilidad de un pueblo caribeño que, a pesar de su pobreza y la desgracia, encuentra en el arte una forma de aspirar a un mundo mejor.

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