lunes, diciembre 19, 2011

lunes, diciembre 12, 2011

Tercera gran caminata por los derechos de los animales en Chetumal


CHETUMAL.- Un centenar de simpatizantes y amantes de los animales marcharon desde Punta Estrella hacia el parque de la Concha Acústica la tarde de este sábado en pro de los derechos de los animales. La “Tercera gran caminata por los derechos de los animales” fue convocada por los grupos “Esperanza canina felina” y “Pro F.A.S.E. Pro Familia, Ambiente, Salud y Educación A.C.” y se llevó a cabo a lo largo del Boulevard Bahía, partiendo desde el balneario Punta Estrella hasta llegar al punto de reunión final en el parque de la Concha Acústica. Ahí  se realizó una verbena con diversas actividades como espectáculo educativo de teatro guiñol para niños, carrera de botargas y concurso de disfraces.
Complementaron a esta actividad la presencia de médicos veterinarios y personal del ayuntamiento quienes realizaron vacunaciones y desparasitación de perros y gatos, se ofrecieron perros en adopción y se recibieron donaciones de material y alimento para las mascotas rescatadas por los grupos pro-animales.
“Esperanza Canina Felina” es un grupo de amigos reunidos en Chetumal que dentro de sus posibilidades rescatan a perros y gatos en situación de calle, refugiándolos y alimentándolos en la casa de cada miembro del grupo. Estos jóvenes proporcionan revisión y tratamiento médico de las mascotas buscando esterilizarles y ofreciéndolos en adopción a través de internet.
“Estamos trabajando desde abril del 2010. Dependiendo de los casos, de los llamados incluso a veces nos llegan reportes. Lamentablemente no tenemos un albergue o refugio para estos animales. Si nos llega un reporte nosotros vemos dónde los colocamos y si hay un espacio, se alberga temporalmente al perro o gato en lo que sale en adopción porque no los regalamos ni los vendemos”, explica Susana, voluntaria de Esperanza Canina Felina”.
Para adoptar un perro o gato, los jóvenes de “Esperanza Canina Felina” exigen que los futuros dueños sean responsables.”Hay una carta compromiso con varios puntos que se tratan de forma muy importante, básicamente que los quieran por lo que son, que no les importe si son o no son de raza, que sepan tratarlos, cuidarlos, llevarlos al veterinario y costearles un tratamiento si es requerido y que en lo posible, por motivos personales no lo puedan seguir teniendo, deben buscarles de forma responsable un nuevo hogar.” También se exige a los adoptantes algunos datos y copias de identificación personal a fin de verificar la dirección y realizar visitas al nuevo hogar del animal para verificar las condiciones en que vive. Para adoptar únicamente hay que donar 4 kilos de alimento para perro o gato. Estos grupos no reciben ayuda económica en efectivo, únicamente reciben donaciones de alimento, material de limpieza y medicamentos para las mascotas. Las adopciones no se dan a menores de edad.
En Chetumal, como en otras ciudades del país y del mundo, el problema de animales de la calle no se debe únicamente a la naturaleza del animal pues los dueños al desconocer el ciclo de vida y los hábitos de los animales, lanzan a la calle al animal sin pensar en las consecuencias. Muchos de estos animales no fueron esterilizados y al entrar en la etapa de celo, la reproducción es inevitable como ocurre con los perros callejeros. Gran parte de gatos hembra son abandonados en la calle junto con sus camadas o solas.
Estos grupos cuentan con el apoyo de la Secretaría del Medio Ambiente y del Ayuntamiento de Othón P. Blanco. También participaron “Crematorios Ba’alché” para mascotas, Hospital de Especialidades Veterinarias del Caribe, la boutique “Pet Style”, la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente.
Respecto a la ley de protección animal, explicaron que hasta la fecha no existe un avance en la legislación de protección animal. “Tenemos conocimiento de que están trabajando en el reglamento de dicha ley, y usted sabe que una ley sin reglamento es letra muerta. Con el cambio de administración pues obviamente tienen que actualizarse tanto la ley y elaborarse el reglamento. La Secretaría de Ecología ya está en ello.
Esta caminata se realiza cada año en conmemoración de los Derechos del Hombre, equiparándolo con los derechos de los animales. En esta tercera caminata se han adherido nuevos grupos civiles que defienden a los animales. “Falta mucha concientización y sensibilización hacia la cultura de protección a los animales. Vemos que hay escasa cultura de protección aquí en la ciudad, hay mucho maltrato. Nos hace falta mucha gente que quiera incorporarse y sea replicadora de esta educación humanitaria.”

martes, diciembre 06, 2011

Ausencia de foros culturales alternativos en Chetumal


CHETUMAL.- La ciudad capital se encuentra en continuo crecimiento poblacional, compuesta por nuevos chetumaleños nacidos en esta tierra o nuevos residentes en el estado que, al sentar sus raíces, aportan nuevas formas de percibir la realidad, diferentes maneras de convivencia pero siempre abiertos al diálogo de las ideas y al respeto de diferentes formas de vida.
A este crecimiento poblacional se suma el crecimiento de la mancha urbana, lo que conlleva a muchas áreas de demanda ciudadana. Pero en este caso enfocaremos la reflexión hacia los espacios públicos y la necesidad de crear centros de desarrollo cultural “alternativo”, aquel que no recibe becas federales o estatales y mantiene constante contacto con el sentir de la sociedad, ajeno a toda estructura establecida, moviendo sus tentáculos hacia terrenos olvidados por los artistas “oficiales”.
En la desazón de la vida diaria se antojan espacios alternativos a las opciones establecidas desde hace muchos años tales como los bares con karaoke, video bares, barras lounge y discotecas, que si bien satisfacen el gusto de algún sector de la población, otros sectores tienen que buscar los espacios de su gusto de manera casi “subterránea”, como no sean los espacios desperdiciados de la Secretaría de Cultura, descuidando la programación de eventos artísticos y culturales de su plantilla estudiantil, muy aparte de los gustados festivales de fin de curso.
Encontrar un foro para montar un monólogo entre los espacios físicos con los que cuenta la ciudad es como encontrar agua en medio del desierto. Al menos para quien no forma parte de la instancia de cultura estatal. Pero más allá de la pertenencia a un sector, el artista necesita la certeza de la libertad creativa y de expresión, exige los espacios donde pueda compartir su obra “a veces chocante, a veces pretenciosa pero brillante”, sin las limitaciones y tratos déspotas a los que se enfrenta en los recintos oficiales de cultura.
Urgen los espacios alternativos de arte y cultura. Hace 20 años, en el verano de 1991, un grupo de promotores culturales, artistas locales y coleccionistas de libros y discos de Chetumal llevaron a cabo la instalación del primer jardín del arte y tianguis cultural en el Parque de la Alameda. Funcionó durante cuatro meses aproximadamente, cada domingo a partir de las 6 de la tarde en un ambiente tranquilo, fresco y con unos pocos puestos de venta de libros usados, discos de rock o folk o de cualquier cosa que pudiera ser de interés para algún coleccionista perdido. Además de la venta de objetos, libros y discos, regularmente se presentaban pequeñas obras de teatro y cada semana había un grupo de rock. Fue así como retomó vuelo el ave del rock en Chetumal. Cuatro meses duró y ese espacio se perdió.
Hagamos un gran salto en el tiempo para encontrarnos con la actualidad en donde vemos un mosaico multicolor de formas de vida y expresiones y donde las nuevas tendencias artísticas encuentran terreno fértil en las jóvenes mentes del siglo XXI. Esta generación encontró en la red Internet el lugar perfecto para expresarse y erigirse como jóvenes de su tiempo con un discurso tan importante como la generación adulta, aquella que le tocó vivir tiempos de cambio y que desembocó en el desencanto del sueño neoliberal. Pero nunca es suficiente el espacio virtual, pues limita la producción y la difusión de la obra a un grupo reducido y selecto de espectadores, oyentes o coleccionistas. Contrario a los objetivos de un programa estatal enfocado a la cultura y las artes, el arte en sí mismo no puede permanecer encerrado entre las paredes de una oficina burocrática, deformándose hasta alcanzar el nivel de melcocha retórica. Asimismo el quehacer cultural, producto del día a día de una sociedad, no debe estar limitado a lo establecido ni a las barreras generacionales.
Los jóvenes son una bomba de hormonas y energía que si reprimimos, generaríamos una sobrecarga emocional, parecida a la reacción en cadena dentro de un reactor nuclear. Estudios indican que el cerebro de los jóvenes se encuentra en un estado similar al de una esponja absorbiendo todo el conocimiento necesario, siempre y cuando se trate de un área de su interés; asimismo se encuentran mentalmente disponibles a emprender proyectos que desemboquen en grandes empresas u obras artísticas de gran sensibilidad y calidad técnica.
Un jardín del arte, más que un espacio para la exposición de cuadros pictóricos y un foro abierto para los intérpretes y creadores, debe ser el centro donde se respire la diversidad en todas las formas, un centro generador de las ideas novedosas, ampliando los espacios de participación y colaboración individual y colectiva, desde el ámbito socio cultural.
Desafortunadamente las iniciativas oficiales nunca trascienden ni perduran ya sea por la falta de recursos o la falta de interés en una empresa sin ganancias aseguradas. Ante tantos espacios abandonados en diferentes parques de tradición en la ciudad, los jardines del arte se antojan imprescindibles para la capital del estado con un clima y ubicación geográfica envidiables. Detrás de las viejas escuelas y las normas establecidas persiste la presencia de una cultura alternativa en espera de su gran grito aterciopelado resonando en el cielo de la tolerancia, trascendiendo a las fronteras del conocimiento.

lunes, diciembre 05, 2011

Chetumal en el Reto México 2011 "Noche de estrellas"


CHETUMAL.- Casi un centenar de personas con telescopio se dieron cita en el Parque del Renacimiento la noche de este sábado para romper el récord Guiness del mayor número de telescopios apuntando hacia un mismo objeto. Con 29 telescopios registrados cientos de personas pudieron observar a la Luna y sus cráteres, además de algunas estrellas en el cielo nocturno.
El evento denominado “Noche de Estrellas” se realizó por tercera ocasión con la asistencia de observadores aficionados y la coordinación del personal del planetario Yook’ol Kaab (Nuestro universo) con algunos telescopios. El reto consistió en reunir 5 mil personas en todo México, estableciendo este sábado 3 de diciembre, la marca de más de 15 mil personas a nivel nacional observando la luna de manera simultánea, y de igual manera la actividad pretende acercar a niños, jóvenes y sociedad en general a las ciencias a través de la observación astronómica.
Los observadores más experimentados intercambiaron ideas y asesoraron a los paseantes que se acercaban a curiosear, descubrir por primera vez una vista diferente de la luna a través del telescopio. La asistencia de participantes fue calificada por el Dr. Antonio Ruedas, del Club Rotario de Chetumal quién confirmó la participación de 29 telescopios.
Durante la tarde del sábado se apreció un cielo azul despejado, lo que prometía una noche espectacular y óptima para observar cuerpos celestes. No obstante y hacia las 8 y media de la noche, las nubes cubrieron la Luna y hubo que dar por terminada la actividad. Lo que los asistentes pudieron observar a través del telescopio fueron los cráteres de la luna con una nitidez vista únicamente en las fotografías. Había que realizar ajustes en la posición del telescopio ya que debido al movimiento de la Tierra, la Luna se salía del punto de observación.
Este tipo de actividades estimulan la curiosidad e interés de los niños por los temas científicos pues durante la reunión hubo padres de familia explicando las manchas de la luna, la forma de los cráteres y el movimiento de los cuerpos celestes en el universo.

La lengua española goza de buena salud: Raúl Aristides Pérez Aguilar


CHETUMAL.- Desde el 24 de noviembre reciente, el escritor y lingüista chetumaleño Raúl Arístides Pérez Aguilar es nuevo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, institución cultural a la que han pertenecido muchas de las más ilustres figuras de las letras mexicanas, tanto filólogos y gramáticos como filósofos y ensayistas, poetas y novelistas, historiadores y otros humanistas.
El nombramiento fue dado a conocer el jueves 24 de noviembre durante la sesión plenaria de la Academia, mientras que el doctor Martín Ramos, profesor investigador de la Universidad de Quintana Roo, dio a conocer la noticia a través de las redes sociales en esta entidad.
Raúl Pérez Aguilar es el primer chetumaleño en ingresar a la Academia Mexicana de la Lengua. Nació en Chetumal, Quintana Roo en 1958. Hizo estudios en lengua y literatura hispánicas, es maestro en letras y doctor en Lingüística Hispánica. De 1999 a 2000 cumplió una fecunda estancia como investigador en la Universidad de Sonora, en el Departamento de Letras y Lingüística.
En el área de la docencia se ha desempeñado como profesor en la Universidad de Quintana Roo, en el Heroico Colegio Militar, en la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Tecnológica de México y en el Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM. Su obra como investigador considera los títulos siguientes: La temporalidad narrativa en El luto humano de José Revueltas (1994), Léxico y extratexto III (1995), La huida a Egipto (Anónimo del siglo XV) (1996), El léxico de los pescadores chetumaleños: ictionimia (1997), El triángulo invertido. Análisis de la obra narrativa de Emilio Carballido (1999), Vitalidad y significación sociolingüística de los mayismos en el español de Chetumal (2000), Léxico de los chicleros en Chetumal (2002), Estudios de Lingüística y Literatura (2001), El habla de Chetumal. Fonética, gramática, léxico indígena y chiclero (2002), Índice de nahuatlismos en el español de la frontera mexicana con Belice (2006). Estrategias para redactar (2006) y El habla de Quintana Roo. Materiales para su estudio (2011). Entre su obra de creación se encuentra la novela Nómadas del sur (2008), cuentos como El hombre de lata (2004), ¡Ay, Genaro! (2003), Ya valió Berta (2005), así como diversos poemas.

Entrevistamos vía telefónica al escritor y lingüista para conocer detalles y opiniones respecto a su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua y sobre la situación actual de la lengua española.

--¿Cómo recibe la noticia de su ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua?
--Mira, la recibo sorpresivamente por el tiempo tan bree que hubo de esta propuesta que me hicieron en septiembre a noviembre; y obviamente de muy buen talante, con sorpresa pero con mucha energía y con mucha felicidad, en pocas palabras.

--¿Cómo surge la propuesta de ingreso? ¿En qué condiciones se dio?
--En una charla que tuvieron el secretario de la Academia, don Gonzalo Celorio, con el escritor Hernán Lara Zavala, que es gran amigo mío, hablaron. Creo que hablaron algo sobre la lengua o algo por el estilo y Hernán (Lara Zavala) le propone a Gonzalo (Celorio) mi nombre. Dijo Gonzalo que en ese entonces no tenían un representante de Quintana Roo en la Academia y la recibió (la propuesta) de muy buena gana. Entre otras cosas fue mi profesor en la Facultad de Filosofía y Letras hace 30 años aproximadamente, en el 81 u 82. Luego de varias llamadas me dijo que en efecto, que la propuesta ya estaba sobre la mesa y que su asistente se comunicaría conmigo. Se comunicaron conmigo, envié mi currículum y éste se va a la Real Academia de Lengua Española en Madrid, en donde supongo que lo aprobaron. Finalmente se baja a la Academia y de ahí viene este nombramiento. Eso es grosso modo la breve historia de esta propuesta.

--¿Qué requisitos hay que cumplir para ingresar a la Academia?
--Tener un trabajo destacado, un trabajo dentro de los terrenos de la investigación de la lengua, española específicamente. Yo no creo que hubiera sido seleccionado si me hubiera dedicado al estudio de lenguas indígenas, porque no es mi área. Tener varios trabajos publicados, tener cierta edad y obviamente tener el reconocimiento de alguna institución importante a nivel nacional, en este caso el Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT; y si bien si eso falla obviamente con una producción vasta y valiosa en la que se involucren no solamente los temas lingüísticos, sino también el de creación literaria.

--Como miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, ¿cuáles son las tareas a realizar?
--De entrada, según tus propios intereses de la subdisciplina en la que estés trabajando o en la que te sientas más a gusto, te nombran miembro de alguna comisión. Hay varias comisiones, está la comisión de sintaxis, la comisión de gramática histórica, la comisión de estudios fonéticos y estudios lexicográficos. Y yo, específicamente, es mi pretensión todavía hablar con la doctora Concepción Company Company, que es la coordinadora de la comisión de lexicografía, que acaba de sacar el Diccionario de Mexicanismos, que obtuvo un premio hace algunos meses.

--Por otro lado ¿en qué situación se encuentra la lengua española frente a la apertura global en el mundo?
--¡Tiene muy buena salud! Nuestro español está cada día más saludable, cada día lo habla más gente en el mundo. Te comento que, por ejemplo, en la Asociación Internacional de Hispanistas hay una asociación de hispanistas en Noruega, en Japón, Nueva Zelanda, donde se enseña Español como segunda lengua, ¿por qué? Porque el Español, en cuestión de número de hablantes, hasta ahora entre la segunda y la tercera lengua más hablada en el mundo. Esta lengua nacida en un pequeño condado de Castilla ha dado extraordinarios frutos, extraordinarias obras literarias, hombres y mujeres que han dedicado realmente su vida a enaltecerla con su sello personal y característico, sean de América, sean de España o del algún otro lugar en el mundo. Yo creo que tiene una salud extraordinaria ¡y pinta para más! Nuestra lengua va para adelante, desplazando obviamente, como se da en este terreno, o arrinconando, es una palabra que no me gusta, a otras lenguas de menor prestigio, no porque sean inferiores, sino porque tienen un menor número de hablantes, a eso me refiero.

--Entonces ¿podemos hablar de que la lengua española se adapta a los tiempos y a su vez, nutre a otras lenguas?
--Así es. En efecto, hay muchos préstamos que han pasado a otras lenguas importantes que hoy día se emplean en grandes partes del mundo. El español es una lengua rica, ha tenido sus avatares pero siempre ha ido para adelante. Cuando empieza nuestra lengua es una lengua, un sistema muy incipiente con muchas variedades, con una inestabilidad muy grande que luego, poco a poco al paso del tiempo se va asentando y se van creando nuevos modelos de habla surgidos de la espontaneidad del pueblo en general hasta que obviamente llega alguien por allá que se le ocurre formar una academia de la lengua española en el siglo XVIII, y va a ser precisamente esta academia normativa que va a dar los puntos y las bases tanto para la ortografía como para la gramática básicamente, no para la pronunciación.

Entre las distinciones que Raúl Arístides Pérez Aguilar ha recibido resalta la mención de honor del Premio Latinoamericano de Primera Novela “Sergio Galindo” (2007), la medalla “Gabino Barreda” al mérito universitario que otorga la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM (1997), el nombramiento de investigador nacional del Sistema Nacional de Investigadores, en varias ocasiones (2001-2012), entre otras distinciones.
La Academia Mexicana de la Lengua es una institución cultural fundada por la Real Academia Española el 11 de septiembre de 1875, en la Ciudad de México, con la finalidad de cuidar la pureza de la lengua española. A ella han pertenecido muchas de las más ilustres figuras de las letras mexicanas, tanto filólogos y gramáticos como filósofos y ensayistas, poetas y novelistas, historiadores y otros humanistas.
Esta institución organizó el I Congreso de Academias de la Lengua Española, que se celebró en la ciudad de México en abril de 1951 y del que surgió, a través de su Comisión Permanente, la Asociación de Academias de la Lengua Española, confirmada durante el II Congreso, celebrado en Madrid cinco años después.
De acuerdo con lo establecido en sus estatutos, aprobados en sesión plenaria del 2 de diciembre de 1931, y según lo dispuesto en la escritura de constitución como asociación civil, de 1952, los fines de la Academia son los siguientes:
--Velar por la conservación, la pureza y el perfeccionamiento de la lengua española.
--Mantener una constante comunicación de carácter científico o literario con las academias e instituciones similares.
--Formar y acrecentar su biblioteca, especialmente con aquellas obras científicas o literarias que mejor favorezcan el cumplimiento de los propósitos de la academia.
--Fomentar y propagar el estudio de la lengua española mediante sesiones periódicas privadas; sesiones y conferencias públicas; congresos y cualesquiera otros actos propios de su instituto, pudiendo enviar delegados de su seno para llenar estos fines.
--Resolver las consultas que le hagan las autoridades o los particulares.
--Promover ante las autoridades o ante instituciones o individuos particulares todo aquello que favorezca la conservación, la pureza y el perfeccionamiento de la lengua española.
En cumplimiento de sus objetivos, la Academia realiza de forma permanente estudios y actividades relacionados con las materias de su competencia, tanto en forma plenaria como a través de sus respectivas comisiones especializadas. De sus estudios dan cuenta sus diversas publicaciones.

jueves, diciembre 01, 2011

El reflejo es un cielo donde nada nuestra mirada...

"¿Qué abismos te condenan, qué cielos te redimen, Belleza? -Tu mirar infernal y divino derrama confundidos la caridad y el crimen: -Yo, que lo vi de cerca, lo he comparado al vino." Baudelaire.

miércoles, noviembre 23, 2011

Es el espíritu de la música caribeña la que recorre las venas abiertas del pueblo chetumaleño…


CHETUMAL.- En el año 2005, el periodista Víctor Roura visitó Chetumal con motivo de una conferencia magistral ofrecida en la Universidad de Quintana Roo dentro del marco de una Jornada Cultural sobre rock (El rock y sus fronteras elásticas) pues su especialidad es el periodismo de rock desde los años 70 del siglo XX. Su estancia en la ciudad y la apreciación personal sobre los grupos musicales de esta región le llevaron a escribir un artículo para el diario El financiero donde afirma que Chetumal es una ciudad “extrañamente no rockera”. Una primera apreciación de esta declaración le daría la razón al periodista, pero el análisis profundo y desde la perspectiva de quien vive diariamente en esta geografía, llevaría a pensar que el periodista tiene razón, pero solo parcialmente ya que Chetumal cuenta con una tradición musical netamente caribeña.
Prueba de ello fue el poder de convocatoria que actualmente tienen las bandas de reggae y ska emergidas en Chetumal, sumado al ánimo y excitación desbordado durante las presentaciones de Cultura Profética y Byron Lee & the Dragonaires en la Explanada de la Bandera durante el Festival de Cultura del Caribe 2011. El chetumaleño no puede negar la cruz de su parroquia y vibra al ritmo de canciones como “Tiny Winey” o “Hot hot hot”.
Este encuentro con la identidad caribeña se encuentra reforzado por la tradición de la práctica musical caribeña que se niega a morir frente a la invasión de nuevas formas musicales como el reguetón o la música de banda, modificada para satisfacer el gusto popular. Desde los años 60 del siglo XX, los primeros grupos de ska y reggae surgidos en Chetumal como Benito Mercerón (Benny Loeza) y el Conjunto Siboney y el mítico grupo Ely Combo, fueron quienes sentaron las bases para que las generaciones posteriores de músicos de la localidad.
En la década de los 80 el Club y Arena Quintana Roo fue el santuario de la música caribeña por excelencia en el que cada fin de semana se organizaban bailes populares con grupos como Chacón y su grupo Montecristo, Benny y su Grupo, Opus 6, Gilharry Seven, Kontiki, Los Cuervos, Super Crack, Lucio y su Nueva Generación, Chico Ché y la Crisis, entre otras bandas memorables de Corozal, San Pedro, Orange Walk y Chetumal.
Fue en la década de los 90 cuando las nuevas tendencias musicales comenzaron a invadir el gusto de los jóvenes. Con la introducción de la televisión por cable en algunas zonas “privilegiadas” de la ciudad, muchos jóvenes volvieron su vista y sus oídos al sonido procedente de la MTV, abriendo una ventana sensorial al mundo que comenzaba el acelerado proceso de globalización en medio de una crisis económica como nunca antes se había vivido en México. Así, Chetumal vivió el movimiento “subterráneo” de bandas de rock dedicadas a interpretar “versiones” de otros grupos de rock nacional y norteamericano, saturando la escena de pocas propuestas novedosas y demasiados sentimientos de competencia e intereses económicos. En la ciudad existieron dos foros importantes en el sentido “laboral”, los bares “Es 3” y “Rock Shots”. Los músicos “caribeños” se refugiaron en su propia escena subterránea, esperando la ocasión para tomar lo que por derecho les corresponde.
La demanda pública por lugares de entretenimiento sin “greñudos escandalosos y marihuanos” eclipsó el espíritu rockero de dichos foros y los grupos de rock se refugiaron en los foros improvisados, recibiendo poco apoyo de las instituciones culturales, relegándolos al anonimato. En los últimos diez años son pocos los grupos de esta vertiente musical los que han recibido apoyo del sector cultural.
Lo que sucedió durante la primera década del año 2000 hasta nuestros días merece la atención de los estudiosos del fenómeno cultural y musical de nuestra región. Una joven avanzada de músicos chetumaleños nacidos hacia la segunda mitad de la década de los 80 vendría a retomar la tradición musical caribeña que los músicos rockeros ignoraron. La sociedad chetumaleña, tan arraigada a los ritmos frenéticos y sensuales de la música caribeña y cuyo espíritu se encuentra agazapado en la mazmorra de la “doble moral”, consideró inapropiado dejarse llevar por el frenesí de los ritmos provenientes de Jamaica y Belice, relegándolos injustamente al gusto de las clases marginadas.
Los grupos de la nueva generación musical de Chetumal tienen tanto poder de convocatoria que sin problema logran llenar un foro como la Explanada de la Bandera y cuya experiencia en escena les permite ser portavoces de la nueva conciencia. Sin embargo los grupos musicales locales se encuentran con la sempiterna apatía de las instituciones culturales y hasta de los empresarios quienes cierran las puertas a toda forma de expresión artística comprometida con el placer estético y la difusión de las ideas.
Lo que escuchamos la noche del 19 de noviembre con Byron Lee & the Dragonaires, es el sonido de esta tierra, la del sur del estado. No es ni la Salsa, ni el reguetón ni Ricardo Cerato: es el calypso y la soca, el ska y el reggae, el brockdon.
El cierre del Festival de Cultura del Caribe registró una audiencia de más de 2 mil personas que bailaron y se emocionaron con la actuación de Byron Lee & the Dragonaires, hecho que trajo a la memoria de muchos chetumaleños aquellas inolvidables tardeadas en la Explanada de la Bandera amenizadas por Ely Combo o Benny y su Grupo. Víctor Roura tuvo razón en afirmar que el público chetumaleño no es rockero, pero no tuvo el tiempo suficiente para percatarse de la herencia caribeña que los músicos contemporáneos han tomado como estandarte de una identidad cultural a la que se niegan a renunciar y que ha sido tomada por artistas villamelones que buscan el favor de una institución cultural que da la espalda a las manifestaciones artísticas surgidas del pueblo chetumaleño, ese mismo que lleva el espíritu de la música caribeña en su interior.

lunes, noviembre 21, 2011

Y así llegó a su fin el Festival de Cultura del Caribe 2011


CHETUMAL.- Luego de diez años desde su cancelación y en los que hubo otros festivales que no lograron cumplir con las expectativas, finalmente se realizó el Festival de Cultura del Caribe 2011 en diferentes sedes de los diez municipios del estado. Tal y como se anunció al inicio de la nueva administración estatal, dicho festival volvería para quedarse con el objetivo de colocar a Quintana Roo dentro del escenario cultural internacional, además de atraer al turismo y reactivar la actividad económica local. En efecto, la realización de este festival viene bien ya que un amplio sector de la sociedad lo demanda con la esperanza de que se convierta en una tradición anual.
Del 13 al 19 de noviembre Chetumal recibió la obra de artistas de Venezuela, Haití, México y fue escenario de espectáculos musicales de artistas como Eugenia León, Arturo Sandoval y Byron Lee, entre otros, en tanto que el Museo de la Cultura Maya y la Universidad de Quintana Roo sirvieron como auditorio para las voces del Caribe y la zona maya con las Jornadas Literarias. El Cine Club de la Casa de la Cultura de Chetumal exhibió algunas cintas de Venezuela y México y en el Teatro Constituyentes del 74 se presentaron dos conferencias de carácter musical impartidas por Jaime Almeida y el maestro Enrique Jiménez López, respectivamente. Hubo poca actividad teatral aunque en Cancún se realizó la Muestra Estatal de Teatro.
Todas las actividades del programa se llevaron a cabo excepto una, la conferencia “Cosmovisión maya” de Edgar Coyoy Ordoñez, programado para el día martes 15 de noviembre a las 9 de la mañana en el Museo de la Cultura Maya. Hubo gente que llegó puntual a la cita y salió muy molesta debido a la cancelación de la conferencia y especialmente, a la falta de atención por parte del staff quienes no supieron dar información acerca de cambio de fecha y horario para esta actividad.
La programación de actividades sufrió cambios de último momento, razón por la cual esta no pudo distribuirse en formato impreso con días de anticipación, y la gente ya preguntaba por la programación final. El público no tuvo acceso a esta sino hasta un día antes de la inauguración.
En este sentido, dicha programación fue cuestionada por la gente involucrada en el quehacer artístico y el público en general y fue poco comentada entre los medios de comunicación, limitándose a la difusión de las actividades de manera oficial. En realidad las actividades no acapararon la atención de los medios de comunicación especializados en temas culturales y sociales –sociales en el término académico de la palabra y no de “las caras bonitas”- mientras que el sector joven de la población mostró poco interés y total apatía hacia el resto de las actividades académicas o las exhibiciones plásticas. De este modo fue notable la asistencia de niños estudiantes de primaria y secundaria, así como de jóvenes estudiantes de bachillerato “acarreados” con el pretexto de “puntos extra” en la calificación final del semestre.
Las exposiciones de trajes regionales, la muestra de timbres postales o la exhibición de artistas descalzos de Haití no atrajeron la atención e interés del público chetumaleño. Recintos como el Poliforum Cultural “Rafael E. Melgar”, las salas de exposición del Museo de la Cultura Maya y el Paseo del Arte lucieron vacíos durante la jornada.
Recordemos que Chetumal es una “ciudad burocrática” con horario de trabajo de ocho de la mañana a cuatro de la tarde. Todas las actividades del Festival se realizaron en horas de trabajo y de clases; los estudiantes universitarios están poco habituados a asistir a jornadas académicas externas, a menos que les resulte interesante u obtengan una calificación en el semestre. ¿Qué podía ofrecer a los jóvenes universitarios un programa limitado a lectura de obras, presentaciones de libros y un taller de creación literaria cuando los mismos jóvenes no son capaces de leer una página entera de cualquier libro? ¿Acaso en Chetumal no se realizan lectura de obras y presentaciones de libros con los “Miércoles de autor” que fue necesario aprovechar el foro del festival? ¿Por qué meter tantos “eventitos” y aprovechar la Muestra Estatal de Teatro tan solo para engordar una programación que a último minuto se armó a toda prisa y no se organizó con mucho tiempo de antelación?
Hizo falta la presencia de autores destacados, amén de los creadores locales sobresalientes y que se mantienen en activo, pero no hubo ninguno con el poder de convocatoria que otorgara un sello memorable al FEstival.
En comparación con las actividades efectuadas en Cancún, Chetumal se quedó con lo mismo de siempre: encuentros literarios atractivos para unos cuantos lectores, presentación de bailes folklóricos con dos grupos distintos presentando el mismo espectáculo; un escenario adyacente al escenario principal en la Explanada de la Bandera, muy mal sonorizado e iluminado de manera pésima. El miércoles 16 de noviembre se presentaron los grupos Skuadron 16, Korto Circuito, Hierba Santa, Chan Santa Roots y Kesse Kesse, grupos chetumaleños, en un escenario adyacente al principal, instalados en la Explanada de la Bandera. Las deficiencias técnicas se notaron durante el desarrollo del concierto y los músicos locales, visiblemente molestos, continuaron con su actuación hasta el final. Entre los músicos trascendió el comentario de que hubo malos tratos hacia ellos por parte de la organización quienes pretendían recortarles el tiempo de participación, aunque nadie lo confirmó por temor a represalias traducidas en el recorte de espacios y foros o la censura de la cultura institucionalizada. El total menosprecio hacia las bandas musicales de Chetumal es el cáncer del desarrollo musical y artístico local, afectando a quienes no están alineados a las políticas de la Secretaría de Cultura y aplican la visión hegemónica cultural de una clase social que no considera a los jóvenes como un sector de la población consumidora de arte y cultura y como fuente creadora de propuestas novedosas, sino como una a la que hay que negarle el acceso a becas artísticas y programas de desarrollo cultural.
La opinión de una asistente durante la presentación del trompetista Arturo Sandoval fue que una parte importante del Festival “es que la gente que pudo asistir a las presentaciones en la Explanada, se levante a bailar y se divierta”. La segunda opinión de la misma persona fue que durante un festival de este tipo, espera terminar con una sonrisa en su rostro después de ver un espectáculo como el de Arturo Sandoval; espera también conocer, sentir cosas, conocer las formas y las manifestaciones distintas e intercambios culturales. Sin embargo, reconoció, esto no lo encontró en ningún momento.
Según el diccionario de la Real Academia Española, Cultura es el conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. Desde el punto de vista antropológico la cultura es el conjunto de elementos de índole material o espiritual, organizados lógica y coherentemente que incluye los conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho, los usos y costumbres, y todos los hábitos y aptitudes adquiridos por hombres y mujeres en su condición de miembros de la sociedad.
Cabe reflexionar si nuestra entidad conserva su cultura o se ha adaptado a los tiempos actuales presentando nuevos sincretismos hacia la consolidación de la identidad quintanarroense, o si la hegemonía cultural de un sector de la sociedad interesada más en los ídolos nacidos de “La Voz México” que en el desarrollo cultural de una sociedad caribeña instruida y orgullosa de sus raíces. También merece la pena revisar los objetivos reales del Festival de Cultura del Caribe, buscar una inversión que permita organizar y llevar a cabo un programa sólido, sin alteraciones de último minuto y equilibrado en cuanto a disciplinas artísticas y académicas se refiere, y hecho con la calidad que el público merece. No se puede dejar la organización de un festival de esta magnitud en manos de gente sin visión social de la cultura. Un sondeo entre la sociedad convendría para la futura organización de este evento.
Pero lo más importante de todo es que el Festival de Cultura del Caribe perdure y se convierta en uno de los eventos más esperados del año en nuestro estado. Como todos los proyectos que se emprenden, el Festival aún tiene un largo camino por recorrer y seguramente con el trabajo, coordinación y apertura a todas las formas de expresión cultural, puede llegar a convertirse en un festival a la altura del Festival Internacional Cervantino o el propio Festival de Jazz de la Riviera Maya.

sábado, noviembre 19, 2011

Javier España presentó el poemario "Las historias de la luz"


CHETUMAL.- Recuperar la niñez a través de la convivencia diaria con sus hijos ha motivado al poeta chetumaleño Javier España Novelo a enfocar su labor creativa hacia la literatura infantil. Este jueves presentó el libro “Las historias de la luz” ante público infantil, juvenil e intelectual asistente a las Jornadas Literarias del Festival de Cultura del Caribe 2011, en el Auditorio del Museo de la Cultura Maya.
“Las historias de la luz” es un libro de poesía en prosa inspirado en sus hijos Omar y Estefanía de 12 y 7 años, respectivamente, y en el que el autor recupera al niño que lleva dentro describiendo los cambios producidos dentro de la familia con la llegada de la hermana de Omar.

El escritor Ramón Iván Suárez Caamal, presentador del libro junto a Rodolfo Novelo Ovando, expresó: “Desde los ojos de un niño el mundo es luminoso. Desde los ojos de Omar y de Estefanía y desde los ojos de todos los niños surgen estas historias de la luz. Y Omar es quien cuenta. Pero Omar es Javier (su padre, el poeta) y Javier es Omar y Estefanía y todos son todos y somos todos en este libro cuya magia nos envuelve.”
Rodolfo Novelo Ovando compartió dos perspectivas del libro en los que coincidió en la necesidad de buscar y recuperar al niño que llevamos dentro.
“Las historias de la luz” contiene 58 poemas escritos en prosa con ilustraciones de Leticia Dávila Acosta. Dicha obra será donada a las Salas de Lectura del Programa Nacional del CONACULTA.
Luego de la lectura de algunos poemas seleccionados para la ocasión, Javier España Novelo expresó que los niños tienen ideas y sentimientos muy profundos, condición que no puede ignorarse en la literatura escrita para ellos.
El autor enfatizó la importancia de la lectura en las relaciones de padres e hijos pues les estimula la curiosidad, la imaginación y crea lazos sólidos de convivencia familiar, a la vez que fomentan una buena educación para el futuro.
Niños y jóvenes de bachillerato expresaron su gratitud al poeta por escribir literatura dedicada para ellos, labor necesaria para conocer mejor el mundo y sus propias emociones. Una joven de bachillerato dijo que actualmente a muchos jóvenes les resulta difícil adquirir hábitos de lectura debido a la influencia de los medios de comunicación como la televisión o las redes sociales, pero con los temas desarrollados en la poesía de Javier España encuentran un medio divertido para empezar a leer ya que tocan las fibras más profundas de su espíritu.
Finalmente el autor resaltó que en la literatura infantil no deben crearse arquetipos de niños y hay que propiciar la búsqueda del universo personal.
“Las historias de la luz” estará disponible en la Sala de Lectura de la biblioteca pública “Javier Rojo Gómez”. Javier España Novelo es autor de otro poemario para niños, “La suerte cambia la vida”, ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños en 2004. Las ilustraciones son del maestro Javier España Novelo.

Kesse Kesse


CHETUMAL.- Kesse Kesse es una agrupación especializada en la interpretación de danzas y ritmos africanos conformada por bailarines y músicos de Chetumal y Bacalar. Con tres años de existencia ofrecen un espectáculo que incluye malabarismos con fuego, danza y música ejecutada djembés y tambores africanos. Su director es el percusionista Gandhi García (egresado de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana con más de doce años en el estudio y recopilación de este tipo de música) y habló acerca de la labor del grupo en entrevista.
¿Cómo surge la agrupación y de qué raíces parte su propuesta?
“Todo esto surge en el momento en que por azares del destino nos encontramos los elementos que actualmente conformamos el grupo, todos con experiencia previa en este estilo de música y que hemos adquirido a través de cursos y clases magistrales de maestros que han venido al país y afortunadamente no ha sido necesario salir del país para adquirir esta información que da un bagaje que se ha preservado por muchos años. Es música tradicionla lo que nosotros hacemos y hemos encontrado nuestro estilo propio con las propuestas de los propios elementos, tanto en los malabares con fuego. Además trabajamos con la bailarina Tzitzitlini Hidalgo que cursó la carrera de Danza Contemporánea y fusiona un poco el estilo. En fin, esa es la propuesta que a través de todo esto surge en el grupo.”

¿Estamos hablando de un trabajo escénico con base en la cultura y la música africana?
“Sí. Digamos que la base es la música tradicional del oeste de África con los tambores llamados djembés acompañado de los dundunes, cantos tradicionales pero que de alguna  manera el grupo lo ha dispuesto de esta forma para tener una imagen propia, digamos, un estilo finalmente propio pero en la base del estilo tradicional, en la forma tradicional de esta música.”

¿Qué ha sido lo más difícil de trabajar con ese estilo musical?
“Digamos que de repente no hay los suficientes espacios para poderlo presentar y que de alguna manera se vuelva algo estable. Los elementos del grupo finalmente vivimos de esto y al no tener una estabilidad económica pues también hay inestabilidad en lo artístico. Entonces, de repente ha sido un poquito el problema por la cual hemos tenido también cierta fluctuación de integrantes y que puedan tener una continuidad en ese sentido. Ojalá que pudiéramos tener, como se dice coloquialmente, “más chamba”.”

¿Cómo los ha recibido el público?
“Bien, ha habido buena aceptación, digamos que los tambores no es algo desconocido para la gente que vive y conoce el Caribe, es algo que finalmente está también dentro de las culturas. Incluso estos instrumentos mismos no son extraños en el Caribe y tuvieron más auge a partir de la difusión que se le hizo después de la independencia de los países de África, específicamente de la zona a la que pertenecen estos instrumentos, pero no son finalmente extraños, por lo mismo tienen una gran aceptación  y buen auge.”

Kesse Kesse se presentó durante la inauguración del Festival deCultura del Caribe 2011 en Cancún y este miércoles 16 de noviembre alternó con bandas chetumaleñas en la presentación en la Explanada de la Bandera.

Gandhi García expresó que es importante dar a conocer este tipo de música en foros como el Festival del Caribe pues hay que conocer las raíces de la cultura caribeña. Actualmente, Kesse Kesse no tiene presentaciones programadas aunque se mantienen abiertos a cualquier invitación.

Cultura Profética en Chetumal


CHETUMAL.- Frenesí, buena vibra musical y la convivencia de diversas maneras de vivir y de amar expresadas a través de la música de Cultura Profética y bandas locales convirtieron la tercera noche del Festival de Cultura del Caribe 2011 en una celebración de la herencia cultural caribeña del pueblo chetumaleño.
Más de 2 mil personas, en su mayoría adolescentes y jóvenes contemporáneos hicieron vibrar el suelo de la Explanada de la Bandera como pocas veces se haya visto, cantando y bailando frenéticamente al ritmo de ska, reggae, roots y destellos de jazz.
Integraron el cartel bandas de Chetumal, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto y Cancún como Kesse Kesse, Chan Santa Roots, Corpusklan, Korto Circuito, Skuadron 16, Hierba Santa y Cultura Profética (Puerto Rico) encabezando el programa. La participación de Cultura Profética fue una de las presentaciones más esperadas por el público chetumaleño quienes tímidamente se acercaban a escuchar a la primera banda, Chan Santa Roots de Felipe Carrillo Puerto, empeñados en no mezclarse con el público que ocupaba los asientos frente al escenario. Chan Santa Roots ofreció canciones reggae escritas en lengua Maya que ya son conocidas por los jóvenes locales.
Corpusklan de Cancún encendió el ánimo del público festivo en la zona del escenario principal. Para entonces la audiencia crecía paulatinamente conforme llegaban más fanáticos a la plaza en tanto que los elementos de la Policía Estatal se apostaban en lugares estratégicos para mantener el orden y la seguridad en el área. No hubo necesidad de aplicar la fuerza en ningún momento y hubo más de un joven al que le quitaron las pocas botellas de cerveza en mano sin meterse en problemas con la ley. Korto Circuito y Skuadron 16 mantuvieron encendido a un público chetumaleño que demandaba más fiesta, más libertad de expresión y menos persecución policial a causa de su forma de vestir y de vivir.
No faltaron las mentadas de madre, las demandas, el reproche hacia la autoridad por tantos rezagos sociales y la persecución al que han sido sometidos miles de jóvenes. Korto Circuito invita al personal a no dejarse intimidar por la policía ni a ser señalados por una sociedad temerosa de la libertad de expresión y de vida. Hubo canciones de amor, de protesta y hasta para “cachondear”.
El público pide más música y Skuadron 16 se encarga de ponerlos a bailar con su propuesta multicultural de ska, reggae, jazz y folclor mexicano, echando mano de la literatura escrita en lengua Maya. Eduardo Ortega, guitarrista y vocalista de la banda, pide más conciencia ecológica, la apertura a nuevas ideas y el respeto a la condición humana de las mujeres. Kesse Kesse, de Bacalar, le recordó a la audiencia de dónde vino la raíz musical del reggae y ska con su interpretación de ritmos y danzas africanas, recibiendo buenos comentarios del público. Hierba Santa coloreó el ambiente con las lisérgicas visiones sonoras del “dub” y el canto al amor y al espíritu humano.
Cultura Profética se llevó la noche y prolongó su actuación por más de dos horas, visiblemente emocionados por la respuesta del público expresaron su gratitud con canciones de su reciente producción discográfica.

La interacción con el público fue mínima, entregándose por completo al tejido de hilos de música, romanceando con la luna menguante de la noche y transpirando el espíritu joven del Caribe que sudaba algo más que sueños verdes: vibró el canto de la joven generación caribeña. La noche transcurrió en armonía y en paz sin registrarse accidentes.

jueves, noviembre 17, 2011

Jornadas literarias del Festival de Cultura del Caribe en Chetumal


CHETUMAL.- Dentro del marco de la Jornada literaria del Festival de Cultura del Caribe, las lecturas de obras de poetas han tenido una respuesta positiva por parte de jóvenes estudiantes de bachillerato y el público en general. Un foro multicolor en cuanto a ideas y formas de expresar las diversas manifestaciones del espíritu humano vienen a enriquecer el ámbito poético y narrativo, manifestando el profundo apego por los colores y las formas del Caribe; los temas sociales, la riqueza de la lengua Maya y el amor en todas sus gamas han sido materia prima del proceso creativo.
Escritores locales, nacionales e internacionales compartieron cada uno y en su estilo personal una muestra del trabajo realizado entre los que destacaron temas de amor, sociales, poemas en forma clásica de endecasílabos, sonetos y crónica, de autores como Raciel Manríquez, Xomara Navarro, Leny García, Elvira Aguilar, Wildernain Villegas, Carlos Torres, Olga Iris Mencia Barcenas (Honduras), Víctor Vivas Valdés y Toribio Cruz.
La escritora Olga Iris Mencia Barcenas es periodista de oficio; compartió un texto titulado “Aquí no pasa nada”, una crónica detallada y precisa del golpe de Estado ocurrido hace dos años en Honduras describiendo las emociones de los protagonistas, los acontecimientos y la incredulidad e indiferencia frente a los acontecimientos ocurridos. Leny García, de Chetumal, presentó versos amorosos y eróticos. Carlos Torres ofreció el poema “No sube el sol”, poema extenso inspirado en los paisajes del Caribe y “la excitación que corre en las venas bajo el influjo del Caribe”.
Jóvenes estudiantes del CONALEP de Chetumal asistieron por segunda vez a la jornada literaria pues, explicaron, sintieron un gran interés en la manera de expresar emociones e ideas a través de la palabra escrita. Entre pausas, algunos de ellos se acercaron a charlar con los autores.
“Esto es algo que debe ser apreciado por todos nosotros, tenemos la oportunidad de tener cerca a los talentos y los jóvenes tienen necesariamente que enterarse de que México tiene mucha riqueza cultural y que nuestros talentos los tenemos en Quintana Roo”, expresó la señora Marina Esparza González.
Por su parte, Karla, estudiante del CONALEP, opinó: “Me pareció muy bien que hicieran esta jornada literaria porque creo que no muchos chavos leen y yo creo que nos falta aprender a leer un poco más. Así creo que también abrimos nuestra mente hacia lo literario. Me gustaron todos los cuentos y los poemas fueron muy bonitos.”
El escritor Alberto Peraza (Cuba) expresó que la jornada literaria ha sido muy interesante porque se ha podido ver a través de los medios de difusión e Internet lo que está sucediendo a lo largo de Quintana Roo con las diferentes manifestaciones del arte.
“Aquí, en la literatura, se han desarrollado mesas de lectura muy interesantes. Creo que lo que más podemos reconocer es la diversidad temática y el estilo propio de cada uno de los escritores porque a veces vemos que la juventud, pues, comienza a seguir patrones ya establecidos pero sin embargo, aquí hemos podido constatar cómo los jóvenes tienen una línea, tienen un estilo propio, tienen una identidad que se va reflejando en lo auténtico en que cada uno expresa su contexto”, expresó.
Según Alberto Peraza, la región del Caribe está expresando sus manifestaciones y este es un modo también de luchar por la paz, por la coexistencia pacífica y por la armonía.
“No podemos hablar de guerra cuando se ven cosas como estas que están ocurriendo en el Festival de Cultura del Caribe donde cada uno está expresando sus sentimientos. Donde cada uno está convocando, pero a la vez uno está evocando. En la UQROO pude observar que un joven escribió un libro para recuperar una figura histórica, y ¡qué lindo que se hagan estas cosas!, es decir, tiene en cuenta la historia, el contexto social, pero nunca podemos echar a un lado el amor, el amor a la pareja porque en la medida que desarrollamos una cultura del amor, el amor a la pareja porque en la medida en que desarrollamos una cultura del amor entre dos personas, se desarrolla también la cultura del amor a un país, a una nación, a una costumbre, a una idiosincrasia y en este caso, qué mejor que la unidad entre todas estas características de los pueblos del Caribe”.
El escritor cubano agregó que el rasgo común en la literatura del Caribe es que cada autor pone lo suyo y no imita a nadie. “Lo común es lograr un trabajo mancomunado pero con sus propio brío y eso lo he podido constatar aquí. Hondura que ha estado excelente con su medio, y México que ha estado, de verdad, me voy de Quintana Roo, es la primera visita que hago a Chetumal. Me voy con la impresión de que se está haciendo un trabajo muy importante de fomento de la lectura y esto es muy importante porque a veces hay un divorcio entre la divulgación y la distribución de los libros, y a quienes llegan. Entonces creo que se van logrando esas cosas y lo común es eso; es el estilo de un universo en cada uno. Entonces, por antonomasia, la diversas es lo que veo más lindo en este encuentro.”

Desmitificar al artista a través del contacto con el público: Roberto Arizmendi.


CHETUMAL.- La diversidad literaria ha sido el signo de la Jornada Literaria y representa el reconocimiento a que las formas de expresión y los temas que nos inquietan actualmente, es tan diverso como diverso es la condición humana, dijo el escritor mexicano Roberto Arizmendi, autor invitado a las Jornadas Literarias del Festival de Cultura del Caribe realizadas en Chetumal.
El escritor oriundo de Aguascalientes y residente en Campeche, concluyó que la jornada literaria ha resultado todo un éxito en cuanto a la diversidad de géneros literarios y a las diferentes corrientes de expresión y a las temáticas, también diversas.
“Se han tocado temas de amor, que es quizás lo más común; no quiere decir necesariamente que sea un amor de pareja o un amor sentimental. No. El amor subyace a todas las actividades del ser humano y está presente de muchas maneras en los textos literarios que han leído y que ha significado inclusive, expresiones de situaciones de mucho sentimiento y reconocimiento de lo que está aconteciendo y que nos duele pero ese dolor se convierte en una forma de expresión al decir ‘yo censuro esto y señalo esto’, pero busco también luces de esperanza para que pueda surgir un mundo distinto.”
La diversidad ha sido el signo de la jornada, según explica el autor, y fundamentalmente representa el reconocimiento a que las formas de expresión son tan diversas como la condición humana. “Pero sí hay puntos de unión que son la posibilidad del acercamiento del diálogo, de compartir lo que estamos haciendo. De alguna manera, los sueños de Martí, los sueños de Bolívar se hacen realidad porque somos y son países que tenemos elementos comunes que nos acercan, nos unen y nos hacen ser lo mismo, aunque con esa diversidad, como sucede en el propio país” –explica Roberto Arizmendi- “México es una nación con un amplia diversidad que no hay anda que comparar entre la gente de Sonora y la gente de la Península de Yucatán. Pero esa diversidad enriquece al país porque hay muchas formas de hacer cultura, y la cultura entendida como todo lo que el ser humano produce, hace y transforma. Hay muchas culturas que al momento de confrontarse y compartirse, se enriquecen.”
La cultura no se limita al ámbito del arte; también se involucra en la alimentación, la participación social, el respeto, la participación civil y la economía pues son formas de expresión de una sociedad en un momento histórico determinado. “Es lo que a veces anhelamos analizar y replantearnos para encontrar nuevas formas de expresión cultural que realmente nos den los valores que idealmente pensamos para una nueva sociedad.”
Rodeado de jóvenes estudiantes de bachillerato, Roberto Arizmendi compartió inquietudes e ideas luego de que estos expresaran su admiración y plantearan cuestiones propias de su edad y el interés por la creación literaria. Este contacto, dice, desmitifica la figura del artista como un ser inaccesible.
“Definitivamente pienso que una de las grandes riquezas que puede traer un encuentro de este tipo o actividades literarias, es la tradición, el acercamiento, la lectura de los jóvenes, o de la lectura hacia los jóvenes porque ellos son los que están viendo, sintiendo, percibiendo pero a lo mejor les falta el estímulo para que ellos puedan crear poesía y a veces escriban poemas. La visión de hacer de la vida una poesía significa tener la claridad de que se están construyendo sueños, de que están construyendo un mundo muy a la medida de los anhelos y los ideales de cada quién. Y al compartir esto se dan cuenta los jóvenes que desmitifican totalmente lo que es la literatura y la lejanía con los artistas. Un poeta o un escritor es tan ser humano como ellos pero al momento en que se acercan a él, rompen el mito y la barrera y dicen ‘entonces yo puedo ser igual que él’. Y si escuchan y ven la producción literaria dice, ‘también puedo escribir eso’. Esa desmitificación es la gran riqueza que es para los jóvenes saber que pueden incorporarse a diversas expresiones y entre ellas, las expresiones artísticas de diferente género.”
Agregó el escritor que los jóvenes pueden empezar a crear aunque no sea tan bello como lo que escuchan pero pueden seguir trabajando hasta alcanzar el nivel de perfección en la obra artística. “Igual que en la vida es todo. Se va avanzando y aprendiendo y se va enriqueciendo la vida propia y la forma de expresión. El contacto (con los jóvenes) se dio en esa idea de que ellos sienten el gozo y el gusto de tener cerca a un poeta, y es esta parte de la desmitificación que comento. Ellos, en el momento en que sienten que pueden saludar, hablar, tocar a un poeta de carne y hueso; es, tan persona y tan ser humano como nosotros. Y lo que él hace, lo hace de alguna manera y podemos aprender. ¿Cómo pueden aprender a escribir, a expresarse y a manifestarse a través de la poesía?, pues leyendo, escribiendo y viviendo a plenitud. Esas son las grandes recomendaciones para los jóvenes. El que quiera escribir tiene que leer mucho, escribir mucho y vivir intensamente la vida.”

miércoles, noviembre 16, 2011

Patakí "Una historia para no olvidar", en el Festival de Cultura del Caribe


CHETUMAL.- Patakí. “Una historia para no olvidar”, es 'una invitación llena de poesía y color en forma de libro editado por Alas y Raíces, de las Salas de Lectura. En ocasión del Festival de Cultura del Caribe, la actriz Anabel Luna de México, interpretó el monólogo Patakí en el Auditorio del Museo de la Cultura Maya, dentro del programa de actividades literarias del Festival. El montaje escénico y la interpretación de Anabel Luna le merecieron buenos comentarios por parte del público.
Aunque esta obra se presenta por primera vez en un escenario chetumaleño, la propia Anabel Luna ya había realizado lecturas “gratuitas” en círculos de lectura. Cuenta la actriz que durante un encuentro de Salas de Lectura descubrió el libro “Patakí” entre el acervo literario de una compañera del curso. “Cuando vi el libro en el bloque me llamó la atención, visualmente, y me fui sobre el. Cuando empecé a revisarlo, dije ‘de aquí soy, ese libro me contiene’. Desde ese día no podía yo soltarlo. Más tarde la maestra mandó el libro y fue muy chido porque yo creo que os encontramos, el libro y yo hicimos clic y de ahí salió la historia.”
Se trata de un relato poético sobre la presencia histórica de África en México. “La historia habla justo de este encuentro de continentes, un encuentro de razas y la construcción de una tercera que es la mía, pues mi madre es de la costa de Oaxaca y de ahí toda mi raíz. Haber encontrado a Patakí es haber encontrado una parte de mi.”
La misma escenografía fue un encuentro de elementos diversos que se fueron añadiendo conforme el montaje escénico se gestaba. Elementos y objetos de influencia artesanal africana, percusiones africanas, efectos de luz, copal y velas, introdujeron al espectador en una marea de emociones. “Traté de plasmar gráficamente como visualmente los elementos contenidos en la historia y también como la esencia misma de África y América. Tiene que ver con los cuatro elementos como viento, tierra, fuego y agua y la esencia de estos colores, los colores de todas las razas que se encontraron. Como te comentaba es que fue muy interesante a raíz de que empecé a trabajar el texto, comentaba la historia y aparecían personas con las que podía echar a andar la idea” –cuenta Anabel Luna- “dentro de esas personas apareció el maestro Armando Yuvero quien es cubano y tiene todo el conocimiento del sincretismo de la mística del texto, que tiene que ver con la cultura Yoruba que se convierte en santería, mal llamada pero así le nombran. El maestro hizo el trazo escénico durante un mes.”
Durante el desarrollo del montaje escénico la música percutiva africana fue un elemento esencial para contextualizar y ambientar al espectador. “Después de aprender el trazo escénico yo no tenía todavía la música. Entonces por ahí me habían sugerido al compañero Gandhi García que es percusionista muy bueno, le presenté lo que tenía como trazo y le pareció interesante y me apoyó, junto con Carolina Echarri que es argentina, apoya con el efecto sonoro.”
El impacto del montaje de esta obra literaria es importante en el sentido que es una propuesta que sale del corazón de Chetumal, agrega la actriz defeña radicada en Chetumal, el Patakí se expande en ella y se expande en la gente que colaboró durante el proceso creativo. “Yo soy del distrito Federal pero estoy enraizada en Chetumal, con este Caribe que me da tanto y que nada más el hecho de abrir los ojos y encontrarme con todos los colores que tienen que ver también con la gente que llegamos de todos lados, entonces, para mi es eso, el Patakí se expande en mi y se expande en toda la gente que me apoyó y también es lo que queremos ser, con esta provocación del Festival de Cultura del Caribe esto que somos todos que es el Caribe.”
Anabel Luna comenzó el montaje en el mes de junio del 2011, trabajando ininterrumpidamente y de manera difícil pues la obra no contó con recursos económicos reducidos o con la ayuda de compañeros artistas. “Lo más complicado de una producción es el ‘rollo de los dineros’. Uno tiene todo el entusiasmo pero a veces no hay todos los recursos económicos, eso fue lo más complicado.”
Hay una propuesta para llevar el monólogo al jardín del arte Domus Artis y espera que se promocione en otros foros del estado. “Patakí” tuvo solo una función este martes 15 de noviembre.