martes, mayo 31, 2011

“Aprendí a escribir a los 7 años”


CHETUMAL.- Nacida un 25 de enero en Chetumal, Quintana Roo, Elvira Aguilar es una escritora cuyos personajes femeninos y las experiencias de vida permanecen en constante movimiento dentro de su mente creativa. Recientemente presentó su último libro, “Cierro los ojos y te miro”, en la biblioteca pública central “Javier Rojo Gómez”, en cuyo acto la escritora Norma Quintana afirmó que “las historias de Elvira transcurren en un Chetumal donde la magia está tan a la vista que no se percibe como tal, donde lo extraño o fuera de lo común es pan de cada día y parte indisoluble del mundo doméstico”.

Elvira Aguilar compartió los recuerdos de su niñez en Chetumal y el primer contacto con el mundo de las letras. “Me toco ser de una generación que no era audiovisual, no teníamos televisión, teníamos la radio. La radio te despertaba la imaginación, pero además crecí en una familia en donde a mi papá y a mi mamá les gustaba mucho leer”, recuerda Elvira Aguilar. “Entonces llegaban dos periódicos al día y desde que era muy niña había tenido suscripciones a revistas. Recibía Periquita, La pequeña Lulú yArchie; mi papá las encargaba en el kiosco López, las iba a buscar cada semana y leíamos después de la comida y recuerdo que leíamos mucho a García Lorca. Muchas veces lo bailábamos, lo actuábamos o lo cantábamos. Era parte del juego. Entonces creo que todo ese ambiente hizo que me diera por escribir. Mi padre también escribía, el ambiente familiar me dio esos elementos”.
Una canción fue su primera composición literaria: “Recuerdo que tenía 7 años --aprendí a escribir a los 7 años-- y un hermano mío hizo un poema a mi mamá que le iba a declamar y yo sentí celos y dije ‘pues yo ya sé escribir’ y me encerré y escribí una canción y se la canté a mi mamá. No le causó ningún impacto porque mi mamá estaba ocupada toda la vida y recuerdo que no me hizo caso. Pero el impacto lo causó en mí, porque la canción era una historia. A mí me gustó escribir una historia porque yo las podía contar. Me gustó mucho y empecé a practicar.”

Los recuerdos de infancia y juventud

“Tengo recuerdos bonitos, la ciudad era diferente. Tengo un libro que se llama Donde nunca pasa nada. Cuando era niña escuchaba mucha gente de fuera que decía que nunca sucedía nada, que era una ciudad horrible, que caminabas y te encontrabas con selva y con mar y que no había nada que hacer, sólo mosquitos. Y cuando fui mayor escribí ese libro como respuesta a la gente, porque de niña me di cuenta que sucedían muchas cosas. Siendo una niña de 10 años me conmovió mucho el asesinato de una mujer muy cercana a la familia, en manos del marido. Parte de esto yo lo hice un cuento porque cuando era niña yo quería mucho a esta mujer, era amiga de nosotros, era muy joven y yo era muy amiga de su hija; recuerdo que el día que a ella la sepultaron dije ‘un día, cuando sea grande, voy a escribir tu historia para que nadie la olvide’”, rememora la también autora de Mujeres de sal.
Elvira Aguilar siempre fue una mujer libre, desde su niñez y en su juventud, y recuerda Chetumal como una ciudad segura, tranquila a la cual le profesa un profundo amor. Se describe como una mujer que se involucra más en la vida cultural que en la vida social; hogareña pero que disfruta su ciudad.
Los elementos de los que se rodea para crear historias provienen de la vida real, lo cotidiano. “Cualquier cosa para mi es motivo de una historia. Hace poco platicaba con Sandra Marsh, es una señora a la que respeto y aprecio mucho. Ella me hablaba de un muchacho que murió, un vecino de ella y su hermano. Me dijo: ‘fulanito murió el 27 de mayo y al otro día su hermana murió de tristeza’; ¡ya está!, la entrada de un cuento. Esa frase me da para desarrollar todo un argumento y ya me estoy imaginando, incluso, el amor especial que tenían entre hermanos que a lo mejor iba más allá de lo que la sociedad permite, entonces, por eso ella se muere después. Entonces yo ya tengo algunos apuntes y cuando ya tenga oportunidad me voy a sentar y voy a escribir un cuento. Tengo que pensar en cómo quiero que sean, cómo quiero que vivan, cual quiero que sea la psicología de cada uno y cual la historia detrás que los lleva a uno morir y a ver de qué, pero a la otra, morir al otro día de tristeza, o sea, tuvo que haber sido un vínculo muy fuerte. Entonces, ya tengo ahí un cuento.”

Influencias de otras disciplinas artísticas

A Elvira Aguilar le gusta la pintura y la escultura, en las cuales encuentra temas para desarrollar de manera literaria. “Descubrí hace algunos años a una escultora que se llamaba Camille Claudel, una escultora parisina que terminó su vida en un manicomio, muy apasionada, fue pareja de Augusto Rodin. Entonces, fui a París con la idea de encontrar a muchos de estos hombres que yo había leído o había visto, pero una idea que llevaba  era ver la obra de Camille Claudel porque, como mujer y en la época en la que ella vivió, no era fácil ser artista. ¡No era fácil ser nada, ni ser artista ni ser mujer ni ser amante! Pensar en ella, pensar en lo que esculpió, me puede dar imágenes que puedo escribir. También me encanta el cine pero creo que me gusta más la pintura.”
La escritora intentó tomar clases de pintura alguna vez y ha realizado algunos trabajos, de los cuales, dice, sus colores favoritos son  el amarillo, el naranja y el rojo. “Son colores llenos de vida, encendidos. Desde el kínder me gustaba mucho dibujar en amarillo. Todo lo dibujaba en amarillo. Por ejemplo, las maestras me decían que el cielo no es amarillo, es azul. Les decía ‘pues es que el amarillo es más bonito, es más vivo y tiene más fuerza. Entonces, yo no cabía en el esquema tan cuadrado que me presentaban.”

La esencia femenina de Elvira Aguilar en su obra

“Soy una mujer muy fuerte, con mucha entereza y carácter. Soy una mujer muy solidaria con las mujeres y con los hombres. Y por otra parte, también, en ocasiones y en circunstancias soy una mujer muy débil, como todo mundo, que cualquier cosa te puede romper, que estas de pronto en días en los que estas muy enojada. No soy una mujer ama de casa. Es muy difícil pensar en eso y no porque sea snob sino por la generación que me tocó. Me tocó una generación en la que nuestras madres todavía fueron amas de casa, aunque mi madre fue una ama de casa que dejó a su marido, se fue, puso un negocio, trabajó, después de algunos años volvió con su marido, lo vio morir y lo ayudó a morir, pero yo tengo esa idea de la mujer fuerte, la mujer trabajadora. No dependo de nadie y no soy sometida a nadie. No me gusta la cursilería, mis personajes no son cursis, no me gusta el cuento cursi ni los personajes fáciles; me gustan los personajes con vidas trágicas, violentas o con vidas muy divertidas porque creo que mi vida ha sido muy tranquila pero tiene aspectos muy divertidos.”

Libro con personajes masculinos

Por el momento Elvira Aguilar está trabajando en un libro en el cual sus personajes son masculinos, labor que le divierte mucho, aunque dice no conoce mucho la psicología del hombre. “Eso me divierte mucho, no conozco la psicología del hombre, entonces es más lo que veo y lo que analizo e investigo. Obviamente conozco más a las mujeres porque soy mujer y puedo entender más, pero estoy escribiendo donde los hombres son protagonistas. Y a la vez quiero escribir una historia novelada sobre la educación socialista en el estado, porque hice una tesis de maestría e investigué sobre la educación socialista en el sur de Quintana Roo y me di cuenta de que fue una época muy productiva, de mucha pasión, de historias de pronto trágicas; los profesores eran personajes importantes que le daban vida a la sociedad, que la hicieron avanzar. Quiero escribir una novela con eso, es un proyecto que ya tengo iniciado pero trabajo lentamente.”

“Pienso en algo que quiero escribir y lo apunto…”

Su método de trabajo es sencillo: “Pienso en algo que quiero escribir y lo apunto cuando voy a escribir cuento. Si quiero escribir sobre algún tema, por ejemplo, si quiero escribir un cuento que sucede en un ingenio azucarero, consigo información que no tengo y entonces preparo la información que le pueda dar la vida a la historia, contextualizarla, los detalles que yo no puedo saber. Y para escribir prefiero las mañanas. Cuando yo me siento a escribir tengo que limpiar mi mesa de trabajo y limpiar mi computadora, porque si hay polvo y mis dedos sienten el polvo, ya no puedo escribir”, expresa Elvira Aguilar.
A nuestra entrevistada le gustaría mucho escribir para cine y terminar un libro de cuentos que está preparando:
“No puedo evitar que estén pasando historias por mi mente, por mi cabeza, por mis ojos, todo el tiempo. Si veo a alguien pasar le puedo imaginar una historia. Alguna vez hice un guión de cine y me gustaría tomar cursos para actualizarme y me gustaría un poco tener la obligación. Me gustaría mucho escribir un guión de cine”, concluye.

Sin rumbo, política cultural estatal

CHETUMAL.- El desconocimiento de un rumbo y la falta de continuidad en los proyectos artísticos y culturales son un signo de ausencia de política cultural en las administraciones de gobierno en nuestro estado. A decir de la comunidad artística e intelectual, existen pocas oportunidades para que un proyecto cultural tenga continuidad, beneficiando a la sociedad y al gremio artístico.
Las becas son apoyos que benefician a artistas, creadores e intelectuales que buscan desarrollarse con proyectos novedosos, la mayor de las veces dejan insatisfechos a quienes no son seleccionados. Se acusa de “favoritismos” por parte de los “rechazados”, mientras que del lado institucional es la eterna letanía: “no hay recursos”.
La Secretaría de Cultura, creada en 2008, parece no funcionar de la forma en que se esperaba. Desde la administración de Manuel Valencia se percibía un aire de desconfianza respecto a la función de la Secretaría de Cultura; se esperaba una mayor apertura para artistas y creadores, el mejoramiento de las escuelas de arte y el desarrollo de proyectos novedosos que impulsaran la vida cultural para el mejor desarrollo de la sociedad quintanarroense. Tan sólo se cambió de nombre.
Si durante el período de Manuel Valencia Cardín vimos cómo se realizaban eventos masivos de artistas “comerciales”, en la gestión de Ángel Rivero Palomo asistimos al desmoronamiento paulatino de una secretaría que no tiene una dirección definida y ni una política cultural sólida.
Con la nueva secretaria, Cora Amalia Castilla Madrid, el panorama no se vislumbra optimista.
Conversamos con dos creadores artísticos en diferentes disciplinas, música y teatro. Si bien a simple vista dos disciplinas artísticas parecen iguales, son diferentes maneras de abordar una idea o concebir el entorno para recrearlo de manera estética y artística.
Arturo De la Cruz, cantante conocido como “El Tenor del Mayab”, además es compositor con un extenso repertorio que ha dado a conocer en distintos foros de la Península y el resto del país. De la Cruz expresa que nunca ha recibido apoyo de la Secretaría de Cultura y que tampoco mantiene ninguna relación. “Hubo intentos para pedir apoyo, de hecho recibí buena atención por parte de Lilián Villanueva pero, todo intento se trunca y no se cristaliza ningún proyecto. Ya no presento proyectos”, expresó Arturo De la Cruz. Sus propuestas comprenden ofrecer recitales, con orquesta y realizar giras, actividades afines con su trabajo como tenor. “Cuando quise hacer el intento de meter proyecto recibí la atención que te otorgan, la básica que es: deja tu proyecto, nosotros lo canalizamos y después de ahí, no hay ningún seguimiento”, continuó.
Mencionó que no está al pendiente de la vida y la estructura cultural del estado; esto a propósito de la nueva secretaria de cultura, Cora Amalia Castilla Madrid. “Digamos que desde hace seis años que he estado presenciando la acción del instituto, ahora secretaría, realmente no ha habido un desempeño que atienda a la comunidad artística. No ha habido ningún cambio, de hecho veo que más bien se ha venido minorizando (sic) la situación, puede ser por la situación económica, de manera que no hay un incremento en las políticas públicas que atiendan a los artistas, y sí he visto más bien un decremento en la actividad. Hasta ahora no he sabido si la nueva secretaria ha tenido un acercamiento pero, veo que la información que sale en los medios dice que se están organizando unas actividades pero, digamos que son actividades de menor estatura. No ha habido ningún tipo a nivel de comunidad artística. Hay un grupo muy nutrido de creadores, artistas y ejecutantes que no hemos recibido ningún tipo de invitación para tener algún acercamiento”, expresó Arturo De la Cruz.
Iván Interián es actor, dramaturgo y dirige diversos grupos de teatro en escuelas de nivel bachillerato, en la Universidad de Quintana Roo y es director del grupo de teatro “A Escena”, en la ciudad de Chetumal. Él coincide con Arturo De la Cruz en que no existe una política cultural en el estado; tampoco han visto actividad real de difusión cultural.
Así, Iván Interián comenta que no ha presentado ningún proyecto para este año. “Retomé un proyecto anterior, me entregaron una beca y yo me comprometo a dar unas funciones de teatro, y luego de dar el compromiso de las funciones no hay seguimiento con los trabajos de los artistas, o sea, no te vuelven a contratar o no te vuelven a llamar, es el simple hecho de darte la beca y solucionar el problema, cuando lo que realmente necesitamos saber es qué va a pasar después de la beca: si te van a contratar, si vas a tener más funciones”, explicó Iván Interián.
Agregó que un desconocimiento del rumbo que se quiera tomar en la agenda cultural desemboca en una ausencia de política cultural. “Lo que creo que no hay es visión. Como que el hecho de ser secretaría se ha convertido en un escaño político más, que no lo era cuando era la Dirección General, había gente que llegaba con un propósito, ahora creo que el propósito es estar el menos tiempo posible ahí, viendo y haciendo cosas para estar en otro lado. Hay más capacitación e igual las habría si siguiera siendo Dirección General. Creo que hay voluntad pero no hay visión”, concluyó.

Barrio Bravo, lejos De su belleza original

CHETUMAL.- La colonia Barrio Bravo, una de las más añejas y con tradición en Chetumal, presenta gran cantidad de lotes y terrenos baldíos y en venta, contrastando con las lujosas construcciones aledañas al Boulevard Bahía. Lejos quedó la imagen descrita en las crónicas de la ciudad con casas de madera y jardines hermosos; ahora es una zona conocida por sus habitantes como una de las más peligrosas y con altos índices de pandillerismo, además de presentar contrastes en algunas zonas.

A simple vista y en un recorrido por las calles aledañas a la colonia Barrio Bravo, se aprecia el contraste de las lujosas casas cercanas al Boulevard Bahía. Detrás de todo el lujo y los pórticos de aluminio, las ventanas con cancel y polarizados, hay casa de madera de “media caña” a punto de caerse, abandonadas a la suerte o la rapiña de algunos pandilleros.
Los vecinos dicen que la gente comienza a vender sus terrenos por necesidad. Y es constante el medio en los habitantes a hablar pues se les acostumbró a vivir condicionados (con despensas o apoyos económicos). Una señora, propietaria de una tienda –dentro de una casa de madera de “media caña”- dijo que los vecinos comienzan a vender sus terrenos por necesidad o son desalojados. Con más de 50 años viviendo en el antiguo Barrio Bravo, dijo que durante el paso del huracán “Dean”, todos los árboles se cayeron y nunca más volvieron a reforestar la zona. Mencionó además que los terrenos baldíos son el mayor problema pues los pandilleros se ocultan entre la maleza.
La constante en cada terreno o casa de madera es el abandono y las malas condiciones del terreno, desde hierba espesa hasta animales ponzoñosos.
Durante el recorrido encontramos más casas y terrenos en venta, una casa tras otra es el mismo panorama: “Se vende”, “terreno en venta, informes al cel”.

En el terreno que pertenece a la señora Anastasia Marrufo Azcorra, terreno que ha pertenecido a tres generaciones, la espesa hierba rodea las viviendas de la familia. El señor Salvador –quien omitió su apellido- dijo que hay mucha gente en busca de casa para vivir, ya sea de madera o mampostería, y nunca encuentran lugar. Agregó que hay casa de madera en buen estado pero están abandonadas y no las quieren rentar a la gente que lo necesita, caso que aplica al entrevistado ya que, después de tanto buscar, la señora Anastasia le renta una casa de madera en 300 pesos mensuales.
La vivienda está deteriorada y tiene comején, dicen los habitantes del predio. Aún así el señor Salvador la habita sin problemas pues no tiene otro lugar donde vivir. El paso del huracán “Dean” no doblegó a la casa pero cuenta Salvador que se balanceaba debido a la fuerza del viento.
Es notable el calor en el interior pues el techo es de lámina de cartón. Agregaron también que un terreno ubicado enfrente del domicilio de la señora Anastasia pertenece a un cura de la iglesia del Sagrado Corazón y otra, ubicada en la esquina de Lázaro Cárdenas y Josefa Ortiz de Domínguez, pertenece a un profesor de la Universidad de Quintana Roo. Ninguna de las dos personas acude a limpiarla.
Las calles alrededor del centro deportivo Bicentenario de la COJUDEQ se hunden. Hay baches y malas reparaciones al asfalto. El silencio es la voz de una zona olvidada por el tiempo, por la sociedad y por los gobiernos municipal y estatal.
La apariencia no es sincera y aunque los habitantes de Barrio Bravo salen adelante con su trabajo diario, las necesidades apremian.
Limpiar un terreno baldío, a un costado del predio de Anastasia, cuesta 150 pesos. No se trata de un lujo sino de prevenir la proliferación de animales ponzoñosos o de servir como guarida de pandilleros.
El viento y la brisa marina de la bahía son frescos durante las tardes. El calor de hogar se siente en el ánimo de sus habitantes, pero el silencio cómplice y la indiferencia se materializan en cada rincón de la colonia Barrio Bravo de Chetumal, una de las más antiguas y hoy, en franca desaparición como un lugar que conserva el estilo del viejo Chetumal.

sábado, mayo 28, 2011

De Mike Oldfield: "Moonlight Shadow"


"Moonlight shadow" (Mike Oldfield)

The last that ever she saw him
Carried away by a moonlight shadow
He passed on worried and warning
Carried away by a moonlight shadow.
Lost in a river last saturday night
Far away on the other side.
He was caught in the middle of a desperate fight
And she couldn't find how to push through
The trees that whisper in the evening
Carried away by a moonlight shadow
Sing a song of sorrow and grieving
Carried away by a moonlight shadow
All she saw was a silhouette of a gun
Far away on the other side.
He was shot six times by a man on the run
And she couldn't find how to push through
I stay
I pray
I see you in heaven far away
I stay
I pray
I see you in heaven far away
Four am in the morning
Carried away by a moonlight shadow
I watched your vision forming
Carried away by a moonlight shadow
Star was light in a silvery night
Far away on the other side
Will you come to talk to me this night
But she couldn't find how to push through
I stay
I pray
I see you in heaven far away
I stay
I pray
I see you in heaven far away
Far away on the other side.
Caught in the middle of a hundred and five
The night was heavy but the air was alive
But she couldn't find how to push through
Carried away by a moonlight shadow
Carried away by a moonlight shadow
Far away on the other side.

Nomenclatura de ciudad Chetumal, confusa e inexistente.

Las nomenclaturas del periódo municipal de
Eduardo Espinosa tienen el logo de una cervecería,
lo que molestó a los ciudadanos.
(Foto.- Jaime Rodríguez)
CHETUMAL.- La nomenclatura de las calles de Chetumal es una necesidad que se ha dejado relegada y es importante reorganizarla para que los habitantes y visitantes sepan ubicarse, dijo el Cronista vitalicio de la ciudad, Ignacio Herrera Muñoz.
Entrevistado en su oficina de la Casa de la Crónica, explicó que la nomenclatura implica dos cosas: el nombre de la calle y la numeración. “En dos ocasiones se ha intentado poner una nomenclatura a las calles, desde el gobierno municipal de Eduardo Espinosa, pero alguna gente protestó porque tenían el logo de alguna cervecería. Más o menos ayudó en algunos sectores de la ciudad. 


La nomenclatura pintada en postes data de la
administración municipal de Cora Amalia Castilla
(Foto.- Jaime Rodríguez)
Con la administración de Cora Amalia Castilla se hizo de otro tipo, se pintaron los postes de energía eléctrica. Muchos espacios de la ciudad lo conservan, pero considero que hay que buscar el orden de la nomenclatura y que estén claros los nombres de las calles, sobre todo las numeraciones.”
Resaltó que hay que hacer una revisión porque hay duplicidad de números en algunas calles. “Te pongo un ejemplo: en mi calle me llega correspondencia con el mismo número y el mismo nombre de calle porque en la misma, hacia el poniente, hay el mismo número.”
“En las calles del centro de la ciudad existen las nomenclaturas, colocadas en contra esquina, una de la otra, y se aprecia el nombre de las calles, el nombre de la colonia y el código postal. Si caminamos en la zona comprendida en la colonia Barrio Bravo o las periferias, se aprecia la nomenclatura colocada en los postes de energía eléctrica, pero en el mayor de los casos, las nomenclaturas son ilegibles·, afirma.
Realizando un recorrido por más calles de la ciudad, encontramos nomenclaturas en las que se aprecia el logo de una cervecería y otras marcas comerciales. En la mayoría de las calles de Chetumal, en las colonias populares de la periferia, no existe nomenclatura alguna, provocando confusión entre los ciudadanos.
“Yo creo que se requiere un poco de iniciativa, y parece que ahorita hay muchas opiniones a favor de que se haga la nomenclatura. Hay turistas que vienen y buscan y no encuentran las calles, hasta los taxistas se pierden. La ciudad debe tener una nomenclatura ágil para que la población, como los paseantes que vienen, tengan la facilidad para ubicarse”, agregó.
El Cronista comentó además que en sus crónicas ha sugerido el uso de nomenclatura y su reorganización, inclusive urgió que se ordene ya dicha nomenclatura en la ciudad.

La megaescultura seguirá siendo un "elefante blanco"



CHETUMAL.- La megaescultura ya es un “elefante blanco” y retomar los trabajos para finalizar la obra implicaría aún más gasto innecesario, opinó el Cronista de la ciudad, Ignacio Herrera Muñoz. Agregó que hace más falta un teatro para la ciudad que una obra de arte moderno.
A 50 días de gobierno de Roberto Borge Angulo, nadie ha hecho declaración alguna respecto al destino de la “obra artística” del escultor Sebastián, conocido como un “artista” que nunca termina su obra y se aprovecha de gobiernos en busca de “un toque de modernidad” en la imagen urbana. No obstante la estructura sigue sin mayores modificaciones o avances y el hierro se deteriora debido al salitre.
“La gente me pregunta para qué va a servir esa megaescultura. Es lo que siempre me preguntan. ¿Qué uso le va a dar la ciudadanía?”, reflexiona Herrera Muñoz, “hubo protesta de la gente, que para qué querían esa megaescultura. ¿Vamos a admirar esa cosa o qué? Puedo decir que es una obra subjetiva que refleja, según el escultor, el mestizaje mexicano pero con influencia de corrientes artísticas modernas. Esto genera gastos, no sabemos cuánto más va a invertir el gobierno. Hoy ya podemos decir que se considera un ‘elefante blanco’, pero la incertidumbre de muchos pobladores es acerca de qué beneficio va a traer a la ciudad, ¿va a traer turismo?”

Agregó que hay otras necesidades, por ejemplo, los monumentos de la ciudad que necesitan restauración; recordó que durante la dirección de Manuel Valencia Cardín como secretario de Cultura se proyectó rescatar el cine Manuel Ávila Camacho y crear el Teatro de la Ciudad, restaurando la fachada de acuerdo al diseño original. Pero ese proyecto quedó en palabras, mientras que la estructura del cine fue derribada, conservando únicamente la fachada.
Herrera Muñoz también dijo que los daños a la bahía se notan alrededor de la megaescultura, pues se aprecia agua lodosa.
“Yo, como Cronista, no puedo estar contra el desarrollo y la modernización. También hay que ver cosas que estén generando gastos y presupuestos, hay que analizar qué monumentos necesitan mantenimiento, hay murales que están abandonados. Simplemente no hay presupuesto. Hay muchos atractivos que permanecen desatendidos y por eso pasan desapercibidos. Con el dinero que se invirtió en la megaescultura se hubiera levantado el Teatro de la ciudad, eso hubiese sido un beneficio para la ciudad. Eso urge. Es una pena que José María Morelos, que es un lugar pequeño, tiene un Teatro de la ciudad. Cancún está recuperando su teatro. Chetumal, la capital, aunque sea como nombre, se tiene que improvisar cuando vienen espectáculos de calidad. Se desluce. El teatro Constituyentes es insuficiente. En cambio con un Teatro de la ciudad se pueden presentar espectáculos de ópera o ballet. Esto servirá para desarrollar la cultura local y universal”, finalizó.

Descuido y apatía en instalaciones, museos, escuelas de arte y salas de exposición de la Secretaría de Cultura

El acceso principal del Centro Cultural de las Bellas Artes 
permanece cerrado con candado todos los días.
CHETUMAL.- Las instalaciones de las escuelas de arte, museos y el Centro Cultural de las Bellas Artes de la Secretaría de Cultura, se encuentran vacías durante la mañana y el medio día, mientras que algunos foros como el auditorio Rafael E. Melgar sirven como bodega y permanece cerrado.
A simple vista, el Centro Cultural de las Bellas Artes parece albergar muchas escuelas y buenas instalaciones para la docencia y el desarrollo de artistas, pero la realidad es que se concentra el cuerpo burocrático de la Secretaría de Cultura. Dentro de este centro cultural se encuentran la Escuela Estatal de Danza y la Escuela Estatal de Música. Durante un recorrido por las instalaciones apreciamos pasillos vacíos, un Teatro Minerva que ha perdido la vida artística que antaño tuviera, exposiciones a las que nadie acude y con poca información para el visitante.

El acceso principal al Teatro Minerva --y del Centro Cultural de las Bellas Artes-- permanece cerrado con candado, los únicos accesos abiertos se encuentran en la calle Chapultepec --correspondiente al Museo de la Ciudad-- y otro en la avenida Efraín Aguilar. El Museo de la Ciudad no tiene personal a cargo ni información preliminar para el visitante, aunque cuenta con aire acondicionado. Debido al abandono de dicho museo y la ausencia de vigilancia o atención, es muy fácil provocar desorden o que se pierdan algunas piezas en exhibición.

En la Escuela Estatal de Música, durante la mañana y el medio día no hay mayor actividad de estudiantes. Los pasillos lucen vacíos y silenciosos, sin embargo por la tarde es cuando se llena de estudiantes de música. Los cubículos están cerrados con llave y no se abren hasta la hora de clases en turno vespertino. Los salones grandes tienen aire acondicionado pero no son a prueba de ruido exterior ni absorben el sonido, provocando masa de ruido que impide una correcta audición al momento de ensayar.

Exposiciones sin vistantes en el Paseo del Arte
Por lo que toca a la Escuela Estatal de Danza, durante el recorrido advertimos que los salones están cerrados y sólo uno estaba abierto, salón donde ensayan los bailarines del Ballet de Cámara de Quintana Roo. No permitieron el uso de cámara para obtener fotografías.
El poliforum Rafael E. Melgar, inaugurado por el ex gobernador Félix González, permanece cerrado todos los días. Este foro pretendía funcionar como sala de exposiciones, sin embargo se ha destinado a usos diversos como lugar de ensayo hasta bodega de equipos de sonorización.
En el Museo de la Cultura Maya no hay mayor novedad. La sala de exposición permanente tiene equipo obsoleto, sin funcionar y recibe muy pocos visitantes. En su mayoría extranjeros, los visitantes comentan que es insuficiente la información. En las otras salas se encuentran exposiciones fotográficas y una de corales. Estas salas se encontraban cerradas.

sábado, mayo 14, 2011

Tritones Jazz, mi proyecto musical de Jazz

Después de unos meses ensayando, de cambios en el repertorio, una baja laboral de mi parte y muchas tardes de calor y faso, grabamos nuestro primer demo con standards de jazz y bossa nova. 

Con ustedes: TRITONES JAZZ de Chetumal

martes, mayo 10, 2011

Santiago de Murcia y la Guitarra en el México Barroco.

En las fuentes de música instrumental que existen hasta nuestros días de la música colonial son muy escasas, a pesar de la enorme popularidad que la música disfrutó. Hay referencias literarias, iconográficas y otros tipos de evidencias que demuestran que gozó de mucha difusión en todos los medios sociales de la época virreinal. Respecto a la práctica de la guitarra durante el período barroco en México, se podría afirmar que, de no ser por Santiago de Murcia, el conocimiento de la música para este instrumento sería prácticamente inexistente. Existen muchas fuentes conocidas que se relacionan directamente con este músico.



Santiago de Murcia nació alrededor de 1682. Probablemente nació en Madrid, siendo hijo del fabricante real de instrumentos Gabriel de Murcia. Estudió con el guitarrista Francisco Guerau entre 1690 y 1700. Al parecer viajó a Nápoles en 1702 junto al rey Felipe V, donde habría conocido a Arcangelo Corelli y a Alessandro Scarlatti. A comienzos de 1704 fue Maestro de Guitarra de la Reina, Maria Luisa Gabriela de Savoy, hasta su muerte en 1714. La nueva esposa del rey, Isabel Farnese, estaba interesada solamente en la música italiana, así que muchos músicos reales españoles fueron despedidos de su establecimiento. Hacia 1714 Santiago estaba empleado por Jacome Francisco Andriani, el Enviado Extraordinario para los Cantones Católicos y Caballero de la Orden de Santiago, un grupo de ricos e influyentes aristócratas. En algún momento de la década de 1720, Santiago parece haber ido a México, quizás para experimentar de primera mano con las danzas exóticas del Nuevo Mundo, las que estaban llegando a España causando estragos.
Aunque su nombre no aparece en documentos de México, sus únicas tres colecciones sobrevivientes de música para guitarra fueron encontradas allí, así como hay copias de sus piezas en varias fuentes mexicanas. El probable patrón de Santiago en México, Joseph Álvarez de Saavedra, murió en Puebla en 1737. Se desconoce cuando y donde falleció Santiago de Murcia.
Uno de los aspectos importantes en la música de Santiago es su interés por una amplia gama de culturas musicales, incluyendo la francesa, la italiana, la mexicana e incluso la africana, aparte de la propia española. Así sus colecciones ofrecen obras de diferentes estilos agrupadas una al lado de otra, lo que ciertamente ofrece un rico y variado panorama del repertorio barroco para guitarra.

EL CÓDICE SALDIVAR IV
Es la fuente que contiene piezas escritas para la guitarra barroca de 5 órdenes (cinco cuerdas dobles). Fue adquirido en 1943 en León, Guanajuato, por el musicólogo Gabriel Saldívar. Contiene 68 composiciones, la mayor parte con el tratamiento típicamente español de variaciones sobre una canción o danza popular, pero también incluye danzas francesas y una sonata en estilo italiano. En este volumen, Murcia se muestra un poco más cercano a la tradición musical española, sin abandonar su gusto por la música francesa e italiana.
La creación de la guitarra barroca, en su tiempo llamada “guitarra española”, se atribuye generalmente al músico Vicente Espinel quien a fines del siglo XVI añadió un quinto orden (o par de cuerdas) a los cuatro que poseía la guitarra renacentista. También surge –por la misma época- el acorde como una unidad independiente, capaz de acompañar a las melodías. El acorde es un grupo de notas tocadas al mismo tiempo y que combinan sonoramente. En cuanto a la manera de tocar la guitarra barroca se emplean dos técnicas: la del rasgueo y el punteado. El punteado trata de tocar melodías con los dedos, de manera polifónica, a dos o 3 voces simultáneamente. Desde los primeros años de la Colonia, los indígenas copiaron los instrumentos españoles y aprendieron a tocarlos. Investigaciones recientes demuestran que en la música de Veracruz se han conservado vivas muchas de las prácticas instrumentales del barroco, especialmente el uso del rasgueado, lo mismo que se han mantenido en uso muchos de los instrumentos de Murcia. El instrumento característico de esta zona es la jarana jarocha, la cual podría considerarse una guitarra barroca que ha sobrevivido al paso del tiempo.

martes, mayo 03, 2011

El festival de cultura del Caribe

Oscar Chávez, en el FIA Chetumal Bahía 2006.
Foto.- Jaime Rodríguez
Chetumal.- Los festivales culturales son parte fundamental para el desarrollo de una sociedad. Son la plataforma para mostrar el desarrollo de las expresiones culturales y artísticas de una entidad, el escenario del intercambio de ideas, costumbres y modos de vida entre los países o individuos, artistas creadores e intérpretes. Quintana Roo ocupa un lugar privilegiado en la geografía mexicana al localizarse en la porción oriental de la Península de Yucatán y al este con el Mar Caribe. Debido a esto, la zona sur del estado ha recibido la influencia de los países caribeños como Belice, Honduras, las Antillas Menores, Isla Caimán y Jamaica, así como la parte norte ha recibido los aires cubanos y los sabores de Yucatán.
Han pasado 36 años desde su creación como estado en los que Quintana Roo se ha nutrido de gente que ha llegado de diversos puntos del país, nuevas formas de vida e ideas, visiones, costumbres, colores y sabores que han enriquecido –y siguen enriqueciendo- a este rincón de la República Mexicana.

Andy Palacio fue uno de los números musicales más esperados
en el FIA Chetumal Bahía 2006. Foto.- Jaime Rodríguez
Para mostrar la identidad cultural de Quintana Roo y atraer los ojos y oídos de países del Caribe, se crearon festivales que poco a poco encontraron su lugar entre los quintanarroenses. Festivales que parecían convertirse en una de las pocas tradiciones esperadas y festejadas por los habitantes de Quintana Roo. No han faltado aquellos que no veían con buenos ojos el hecho de realizar un festival.

Los Festivales Internacionales de Cultura del Caribe se remontan a los años 80, alrededor de 1983 se lleva a cabo el Festival Cancún Caribe. En 1988 se crea el Festival Internacional de Cultura del Caribe durante la administración del gobernador Miguel Borge Martín, gozando de un éxito y convocatoria nunca antes vista. En este festival convergieron distintas disciplinas artísticas como danza, música, gastronomía, cine, además de las muestras de producción de café, tabaco y ron. Dicho festival se extendió hasta el año 2000 y sólo tuvo una interrupción en 1993, año en que el entonces gobernador Mario Villanueva no contó con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. El festival se reanudó al año siguiente con recursos y estrategias locales, que resultaron poco favorables.

El ocaso del festival se dio durante el período administrativo de Joaquín Hendricks Díaz, en el cual sólo se realizaron dos ediciones, una en 1999 y la segunda, en el año 2000, resultando ésta última muy costosa debido a su concepto fronterizo. Un año después, Hendricks Díaz dio a conocer en una reunión que no se harían más festivales de cultura ya que no se tenían presupuestos que solventaran los gastos de organización y realización.
Sin embargo hubo otros festivales costosos y sin el impacto de los anteriores. Así pues encontramos el Premio Internacional de Pensamiento Caribeño y los encuentros de literatura, escultura, éste último realizado en Isla Mujeres en el año 2001 y en Chetumal en 2003.

Garifunas de Honduras. Foto.- Jaime Rodríguez
Otros festivales fueron organizados por algunos artistas y creadores de Chetumal, además de miembros de la comunidad caribeña, debido al vacío dejado por la suspensión de los festivales.
Regresando al pasado. Algunos festivales gozaron del favor del público-en realidad muchos- y no faltaron las protestas hacia algunas disciplinas, como la que aconteció durante el festival de 1997. Un párroco de nombre José Eduardo Pérez, en un acto de exigencia absurda provocó que un ritual vudú programado para realizarse en Isla Mujeres, no se llevara a cabo, debido a la cerrazón y la ignorancia promovidas por la Iglesia Católica y el Estado.

Grupo de garifunas de Honduras durante el
Festival Internacional de Arte Chetumal Bahía 2006.
Foto.- Jaime Rodríguez
Del 10 al 18 noviembre de 2006 se realizó el Primer Festival Internacional de Arte Chetumal Bahía con sede en Chetumal y organizado por el gobierno municipal de Othón P. Blanco. Con la participación de más de 800 artistas, 64 eventos y 6 escenarios diferentes, el festival cumplió con una parte de las expectativas aunque no brilló como el otrora realizado en 1988. Una segunda edición del Festival Internacional de Arte Chetumal Bahía tuvo lugar en noviembre de 2007, resultando un auténtico fracaso debido a la mala organización y a la poca calidad de espectáculos presentados.




Hoy recibimos la noticia de que el Festival Internacional del Caribe será rescatado para atraer el turismo al estado. A través de un comunicado del vocero, el gobernador Roberto Borge Angulo confirmó la realización del Festival de Cultura del Caribe, con fechas del 8 al 13 de noviembre del 2011, con la participación de los municipios de Solidaridad, Benito Juárez y Othón P. Blanco. Los empresarios del sector hotelero se muestran dispuestos a apoyar la iniciativa del gobernador; lo mismo se espera de los presidentes municipales de los tres municipios contemplados como sedes. Sin duda la noticia despertará viejos ánimos que hasta ahora parecían gritos ahogados en el rincón de la indiferencia. Con una Secretaría de Cultura en función se antoja un festival a la altura de los mejores del país, ofreciendo un selecto y variado programa de actividades que incluyan cada una de las manifestaciones de los pueblos de la cuenca del Caribe.

Que la realización del festival no se quede en meras buenas intenciones y se instituya como una plataforma para talentos quintanarroenses, creadores de la península y se concrete un lugar común para el intercambio.