miércoles, agosto 31, 2011

"La literatura tiene su tiempo".- Ever Canul Góngora


CHETUMAL.- Ever Canul Góngora, poeta, es antropólogo de profesión y vive en Chetumal donde se desempeña como académico en la Universidad de Quintana Roo. Nació en Felipe Carrillo Puerto en 1973. Es autor de varios libros de poemas (Piélago lunar y Travesía sibilina) y aparece en antologías poéticas nacionales. Entrevistamos al poeta entre libros y tazas de café para conocer sus primeras experiencias con la poesía, su visión respecto al acontecer del país y su influencia en la poesía, así como los proyectos en los que se encuentra trabajando.

Ever, cuéntanos sobre tus actividades y cómo te iniciaste en las letras:
“Soy profesor investigador de la Universidad de Quintana Roo y esto ya cargo del Centro de Estudios Interculturales como jefe del centro, es parte de mi actividad académica y profesional, pero pienso que las actividades que les toca desempeñar a los seres humanos generalmente están vinculados con su vida cotidiana. Entonces, mi vida gira en toro siempre al ser humano y en ese sentido, para mí, la poesía y la antropología y lo que hago en la Universidad de Quintana Roo lo veo como parte de mi destino, de mi profesión y de mi vida. También en ese sentido el destino me ha llevado también a la poesía. Dice Juan Domingo Argüelles que la poesía es destino. Entonces he asumido esa premisa como una premisa fundamental de mi vida. Nací en Felipe Carrillo Puerto y desde muy pequeño, por los trabajos de mi padre, que es profesor de primaria, nos trajeron a Chetumal. La primaria y todos los niveles académicos los cursé aquí. ¿Cómo llego a la literatura? Pues llego de una manera muy interesante porque mi padre tenía una pequeña biblioteca en la casa y es como me acerco a la literatura, obviamente sin saber nada sobre literatura pero si con una curiosidad de conocer las letras, y digo letras en el sentido de acercarme a leer y conocer su significado desde muy pequeño. Así mi lectura, a partir de ese momento, ha sido de esa manera, leyendo autores clásicos y también leyendo algunas enciclopedias. Afortunadamente mi adre, al darse cuenta que no era un asiduo estudiante disciplinado, él decidió comprarme las enciclopedias y creo que eso me ha llevado también al mundo de las letras.
Mi acercamiento hacia la literatura se da también a través de algunos escritores rusos. Mi padre tenía correspondencia que le llegaba de la Unión Soviética a Felipe Carrillo Puerto, estamos hablando de los años 70, y había una revista que se llamaba ‘URSS’ y se la enviaban a mi padre. Entonces, conocí la Unión Soviética a través de esa revista que venía ya traducida al español y así conocí a los grandes poetas de la pedagogía y también lo que pasaba en ese país. Ese fue mi primer acercamiento a la literatura a través de esas revistas y libros que mi padre tenía. Con el tiempo que llego a Chetumal empiezo a leer cosas que encontraba en las librerías sin tener y ahora entiendo que no es necesario buscar un orden porque el orden es parte de lo que uno define en relación a su búsqueda poética. Me acerqué a los autores de la región leyendo cosas del maestro Javier España, del maestro Ramón Iván (Suárez Caamal) pero mi acercamiento más estigmático, si queremos llamarle en ese sentido, fue en mi etapa universitaria con el profesor Javier España Novelo que lo considero no sólo mi maestro sino también mi amigo. Puedo decir que hay un parte aguas en la decisión de mi vida y de mi destino a través de ese acercamiento con Javier España. Es en los talleres de la universidad donde empiezo a entender todo eso que en mis oídos sonaba y que en veía a través de mis ojos, que sabía que eran letras diferentes a otras lecturas. Entonces me acerco a conocer la poesía en un ámbito mucho más universal leyendo autores diversos como los ‘poetas malditos’ de la poesía francesa. De ahí arranco en mi viaje poético y en ese sentido he asumido que es mi destino, y mi destino no lo veo diferente a mis actividades porque finalmente, la antropología habla del hombre y quizás la poesía tiene un alcance mucho mayor porque Xirau dice que la poesía es conocimiento. Entonces creo que en todo caso la antropología me ha complementado en mi vida poética y no al revés.”

La obra poética de otros autores se nutre de las cuestiones subjetivas del medio que lo rodea. Lo humano es un elemento intrínseco en tu obra, ¿cómo defines tu poesía?
“Quiero decirte que también acepto que huyo de las definiciones porque siempre queremos definir cosas. Cuando de repente preguntan ¿cómo es tu poesía? Si es una poesía intelectual, si es paisajista, si es una poesía de la experiencia, a mí me gusta pensar que lo que hago finalmente es poesía y que la categorización o la definición le corresponde al lector. Y creo que también el creador va caminando de acuerdo a su experiencia, a su vida, y cuando hablo de experiencias estoy hablando no solamente lo que vive en la vida cotidiana sino también lo que lee, lo que forma parte de su vida. Finalmente todo lo que tenemos como seres humanos es la posibilidad de acercarnos a aprehender todo, y ese todo es el Universo, y el Universo contiene letra, contiene pensamiento, contiene simbología, contiene una relación permanente con lo vital. Entonces la literatura para mi es algo vital porque es la posibilidad de entender nuestra relación con nuestra propia especia desde la parte fundamental que es el lenguaje. El lenguaje es lo que nos posibilita como especie para poder nombrar todas las cosas del mundo y para poder sentir todas las cosas en el mundo.”

En ese sentido ¿en qué estado se encuentra la literatura, hablando del ámbito local?
“Pienso que la literatura local, me gusta pensar que está en su mejor momento; en su mejor momento creativo, en su momento de acercamiento al mundo de las letras porque cuando uno piensa históricamente, digamos hace diez o veinte años, uno tenía identificado en el aspecto local. Y cuando digo local también entrecomillo porque la experiencia nos dice que estamos tan conectados con el mundo que no importa que estemos cerca de la bahía de Chetumal porque esa bahía se conecta con cualquier parte del mundo. Y ahora las comunicaciones también nos vinculan en un minuto o en un segundo con cualquier parte del mundo. Haciendo esa salvedad uno puede ver que los creadores han ido creciendo poco a poco y eso se debe también a esa dedicación de algunos profesores que han dado su tiempo abrir esa puerta al conocimiento. Insisto en el conocimiento porque la literatura nos abre esa posibilidad. Es conocimiento, es filosofía.”

¿Estás dando asesorías, clases o talleres para jóvenes?
“En este momento no aunque cada vez que alguien viene y quiere establecer un vínculo a través de la palabra, siempre estoy dispuesto a hacerlo porque es una relación vivificante. Lo que pase después con ese individuo pues, espero que siempre se haga agradable.”

¿La semilla de la poesía se está extendiendo hacia las generaciones jóvenes?
“Bueno, siempre tengo la esperanza. Soy un hombre de fe y entonces creo que sí porque si lo veo de otra manera, digamos que nos estamos condenando a nosotros mismos a no permitirnos que tengamos generaciones que conozcan más allá del Twitter y de Facebook u otras cosas. Los jóvenes se están acercando también a la literatura, quizás no como pensáramos o creyéramos. Pero también hay que decir que la literatura tiene su tiempo y su momento; la literatura no espera condiciones políticas ni económicas, la literatura vive y vive en y a pesar de todas esas cosas. Quizás lo que hay que buscar son esos espacios institucionales para que tengan un hogar y florezcan esas expresiones que están muy vivas. La oralidad siempre está muy viva y sobre todo en las cuestiones estéticas. Eso también es una enseñanza del mundo mesoamericano, nosotros vivimos en una región mesoamericana entonces podemos acercarnos a entender que ahí también radica una raíz muy viva y también, por el otro lado, con los profesores. Además es un proceso lento. Quiero pensar también que debemos construir lectores porque entre más lectores tengamos -buenos lectores, no leedores como decía Gabriel Sainz- tendremos esa capacidad de opinar, no solamente de literatura sino de todas las cosas, elevar nuestro nivel de opinión. Y si se acercan a la literatura pues, ¡qué bueno! Creo que es importante enfatizar el asunto de los espacios para la lectura y los espacios de lectura nos toca a todas las instituciones, no solo de la Universidad ni de las bibliotecas o las instituciones culturales, debe ser de todas las instituciones. Si tuviéramos funcionarios que sean buenos lectores tendríamos funcionarios más humanos, más acercados a entender que el mundo no es Chetumal sino que Chetumal es parte del mundo.”

En ese sentido ¿piensas que la situación actual del país influya en la obra poética de los escritores?
“Las condiciones del mundo y las condiciones de la creación o creativas, pienso que la condición que sea, no importa porque la creación es un asunto que lleva su tiempo y que se decanta de una manera misteriosa. Que sí tenemos creadores que atienden fervorosamente el asunto de los problemas de la nación, y hablan críticamente, ese es un tema y es una posición de algunos creadores. Hemos visto que en los momentos más críticos del mundo, de las sociedades, es cuando aparecen y florecen los creadores. Y seguramente florecen porque es la esperanza humana que nos queda porque, en los momentos más críticos de la humanidad, la palabra, el lenguaje y la esperanza para nombrar todas las cosas del mundo, y nuestras emociones también y para expresarlas, aparecen a través de la creación. Apuesto a la creación de lectores. Si construimos buenos lectores, seguramente los niños, los jóvenes y los adultos les costará mucho trabajo tomar un arma, les costará mucho trabajo tomar una decisión macroeconómica que afecte a los otros. La literatura es un aporte de la humanidad hacia el hombre. Creo que si queremos crear una sociedad más saludable y crítica, hay que apostar a la lectura y hay que apostarle a la libertad de lectura, que no tenga ataduras ni moral porque el ser humano debe tener esa libertad de acceder a las fuentes de la literatura.”

Actualmente Ever Canul Góngora se encuentra trabajando en un libro de poesía dedicado a su hija, escrito en forma de Haikú.
“En este momento estoy escribiendo un libro que está dedicado a la relación de mi hija con el mundo. Y su mundo tiene que ver con la naturaleza; esa naturaleza tiene que ver con la vegetación, con el jardín de la casa. Entonces es posible que se llame El jardín de agua, que además, la decisión de escribirlo en la tradición japonesa tiene que ver con la poesía del Haikú que es una tradición milenaria, y qué más milenario que la propia creación de dar vida que es nuestra condición milenaria como especie. Considero que ahí radica la posibilidad de escribir con otra forma y otra percepción sobre el mundo, es otra tradición poética pero que sobre todo por su forma y su propuesta formal se escribe de una manera y una intención aparentemente sencilla pero en una posición sintética. ¿Y qué es eso? Es justamente una relación humana, esa relación sintética que vincula, que une desde un punto de vista fundacional y por eso me acerco a esa tradición para escribir algo sobre mi hija y para mi hija, y es una relación de ese mundo que hemos construido. También estoy escribiendo algo de poesía amorosa pero he avanzado en la otra parte, pienso que el próximo año podríamos tener un ‘borrador’ de ese trabajo.”

No hay comentarios.: