domingo, marzo 09, 2008

Algunas consideraciones sobre el Día Internacional de la Mujer



"No se nace mujer: llega una a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la hembra humana; la civilización es quien elabora ese producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica como femenino." Simone de Beauvoir.

Escribir acerca del Día Internacional de la Mujer me parece un cliché que se debe evitar, de la misma forma en que un hombre debe evitar decirle a una mujer lo que él cree que ellas quieren escuchar. Hipocresías no, ya es suficiente con las sonrisas de fin de semana y los orgasmos fingidos de ambas partes. Me gusta mucho escuchar a Ely Guerra y creo que Eugenia León tiene una voz maravillosa, afirmo que Simone de Beauvoir fue una de las escritoras más revolucionarias del siglo XX que amó a un hombre brillante como ella; tampoco olvido a Sor Juana Inés de la Cruz quien escribió sobre las penas y desamores que provocan los hombres (los del siglo XVII, claro, que no se diferencian mucho de algunos del siglo XXI)… y podría seguir mencionando a muchas mujeres roqueras, científicas, escritoras, amas de casa, luchadoras sociales, etnólogas, arqueólogas, artistas, empresarias y un largo etcétera, pero no, simplemente expondré algunos puntos de vista con respecto al Día Internacional de la Mujer. Si alguna feminista misántropa no está de acuerdo, le invito a escribir sus comentarios al correo electrónico que doy al final, los leeré con suma tolerancia y respeto.

1.- El Día Internacional de la Mujer Trabajadora se refiere a las mujeres corrientes como artífices de la historia y hunde sus raíces en la lucha plurisecular de la mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. En la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino. La idea de un día internacional de la mujer surgió al final del siglo XIX, que fue, en el mundo industrializado, un período de machismo y turbulencia, crecimiento fulgurante de la población e ideologías radicales. La Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague, proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la dirigente comunista alemana Clara Zetkin, como una jornada de lucha por los derechos de las mujeres. La propuesta fue aprobada unánimemente por la conferencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague el año anterior, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez (el 19 de marzo de 1917) en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. Aunque la lucha por los derechos e igualdades de la mujer no ha cesado -y hay que resaltar importantes logros dentro de la misma- muchas de ellas viven en la total discriminación, violadas, asesinadas, despedidas de sus empleos, golpeadas, sin derecho a abortar cuando no deseen tener hijos y acosadas sexualmente. No obstante estos logros, también se ha caído en un sexismo exacerbado y hasta cierto punto, fascista.

2.- La mujer nació con la capacidad de soportar el dolor físico en su máxima expresión. Basta con acompañar a una durante el parto. Un hombre no soportaría tal dilatación física en los rincones que la naturaleza diseñó únicamente para deshacerse de cosas que no le sirven más. El hecho de cargar nueve meses con un ser dentro de su vientre es más que suficiente para que un hombre, con todo y su fuerza muscular, “mental” y ósea, pida ayuda a gritos a los tres meses (si no lo creen, pregúntenle a cualquier hombre que le hayan propinado una patada en los testículos). Por otro lado, y para los que siguen creyendo que un hombre elige a su mujer por el simple hecho de ser “el semental”, están muy equivocados pues las mujeres son las que eligen. Genéticamente, una mujer elige al hombre con quien procreará un nuevo ser humano, tanto por sus capacidades físicas como intelectuales, además de los “plug-ins” de la vida moderna como el esparcimiento, el sentido del humor, condición laboral, profesional e higiene personal. Tópico extenso, aconsejo que investiguen.

3.- Aunque en la televisión se vea “cool”, o que en los espectáculos masivos ofrecidos gratuitamente por Radio Capullo o Telerisa se escuche “fashion” ese grito de “¡cómo gritan las mujeres! ¡a ver, queremos oír a las mujeres y que no nos dejamos de los hombres!”, la verdad es que se trata de un grito de guerra sexista de la peor clase y sólo demuestra el grado de retraso mental de quienes osan lanzar tal alarido. Lucha de poder, sometimiento, ¿a ver quien grita más fuerte como si fuésemos primates de la era prehistórica?; una forma de llamar la atención de las personas cuando no hay nada interesante qué decir. Una amiga opinó que es un acto de mal gusto y que hace tiempo que las mujeres dejaron de competir con los hombres. Lo peor de todo es que muchas confunden tal rebuzne con un grito de guerra feminista. ¡Tache!, eso es un grito tonto que no denota igualdad ni poder. El feminismo, a mi parecer, es mucho más que pedir y autovitorearse, se trata de emprender, lograr, tolerar y compartir la vida con semejantes, accediendo a las mismas oportunidades de sobresalir en la vida sin restricciones ni limitaciones físicas o intelectuales, únicamente limitado por la muerte.

4.- México es un país guadalupano y ultra manipulable ideológicamente al grado de que muchos mexicanos creyeron el cuento del Chupacabras y el del “milagro del Tepeyac”, todo esto, producto del analfabetismo. La religión judeo-cristiana nunca ha visto a la mujer como persona importante en la creación de la vida, sino como el origen de todos los males de la humanidad (¿acaso ustedes creen que nacieron con el pecado original o ya olvidaron que Dios culpó a Eva de la desgracia en la que cayó el inútil Adán?). Entiendo que cada ser humano es libre de elegir su destino, pero creo que el entregarse a una vida de ascetismo en un convento obedece a la filosofía judía (que desemboca en la otrora filosofía machista mexicana) de que las mujeres están para servir al hombre, quedándose calladas, lavando la ropa, resignadas a que su destino “es la cruz que deben cargar”. ¡Momento! Nadie carga ninguna cruz de ningún tipo ni mucho menos tiene que hincarse ante nadie para rendirle caravanas. Ninguna mujer tiene por qué llevar una vida de resignación y entrega espiritual a una ideología que desde el principio no la consideró como persona sino como una desgracia. ¿Y si Dios en realidad fuera mujer?... quien sabe.

5.- Feminismo: El feminismo como movimiento social ha sido principalmente visibilizado como un movimiento de las sociedades occidentales en el siglo XX. No se encuentra asociado a ningún grupo, práctica o evento histórico en particular. Se crea a partir de la conciencia acerca de las desigualdades causadas por los géneros y de la búsqueda de la justicia social. Machismo: El machismo es el conjunto de actitudes y prácticas sexistas del sexo masculino sobre el femenino. El machismo engloba el conjunto de actitudes, conductas, prácticas sociales y creencias destinadas a justificar y promover el mantenimiento de actitudes discriminatorias contra las mujeres y contra hombres cuyo comportamiento no es adecuadamente "masculino" a los ojos de la persona machista. Hay feministas radicales, conocidas comúnmente como “feminazis”; hay feministas que proclaman a los cuatro vientos que nunca tendrán hijos y que no necesitan de los hombres, algunas como Valerie Solanas proponían el exterminio de los hombres. Conozco a más de una mujer que se expresa pésimamente sobre los hombres, se jacta de tener a muchos a sus pies con el simple hecho de mover alguna parte del cuerpo o que decide “tener muchos hombres para luego tirarlos como pañuelo desechable”. Hombres que acuden al “table” y mujeres que se encienden con los “strippers”, ¿existe alguna diferencia? Una mujer que se expresa vulgarmente de los hombres y de otras mujeres está actuando exactamente igual que un macho… pero con vagina. Sigo confundido.

6.- Una mujer es libre de estar con la persona que quiera, inclusive, a permanecer sola el resto de su vida. Ya sea hombre o mujer, es libre de hacerlo siempre y cuando la tolerancia sea una constante en su vida. Tengo amigas lesbianas con las cuales llevo amistad entrañable de años y nos respetamos, no piensan en asesinarme y las quiero mucho.

7.- Las mujeres son madres, hermanas, amigas, amantes, confidentes, independientes, libres. Son seres inteligentes, deformadas únicamente por el entorno social y académico. Aunque suene a cliché, la mujer es dueña de sí misma pero, para liberarse del yugo machista occidental, primero debe liberarse de las cadenas mentales que no permiten su evolución. No basta con un día al año para celebrar a las mujeres, cada día es de ellas y cada paso que den debe ser fuerte y seguro, jamás temeroso.

8.- Ninguna mujer es tonta, por eso es difícil tratar de engañarlas con discursos prefabricados. Es mejor hablar con la verdad en lugar de tirarles un rollo que ellas no quieren escuchar en realidad. Hay que mirarlas a los ojos porque son personas, pero una mirada no debe ser motivo para penalizar a cualquier hombre.

9.- Todos los excesos son malos. Me refiero a las feminazis y a los machos, a las que gastan horas en litros de alcohol en lugar de alimentar el espíritu. Una mujer preparada profesionalmente tiene más encanto y probabilidades de alcanzar el éxito que una que sólo obedece a los caprichos del macho.

10.- Sólo hay mujeres. Sus acciones hablarán y entonces, la memoria las evocará tal y como dejaron huella en su vida. Todas son un encanto, necesarias, a veces tiernas y otras muy crueles; son sensuales e inteligentes. Una mujer es simple y sencillamente una mujer, la razón de mi música y el motivo por el cual se desangra la voz en poemas. Son el Big Bang de la vida.

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