CHETUMAL.- “¡Esto ha sido maravilloso!
Como dije al principio del show, esto es una fiesta. Una fiesta para mí y por
lo que veo, también para la gente. Cuando la gente se encuentra con un hecho
sensible, a mí me hace muy feliz”, expresó el músico argentino Rodolfo Mederos
durante una charla sostenida con el artista, posterior a su presentación en el
salón Bellavista, la noche del lunes 17 de agosto. Un concierto que emocionó a
los asistentes y amantes del tango.
Rodolfo Mederos es un ídolo del tango
para el maestro Daniel Barenboim. Además de músico, Rodolfo Mederos -nacido en
Buenos Aires el 25 de marzo de 1940- es también carpintero, cineasta, biólogo,
docente y coleccionista. En el ámbito de la docencia musical impartió la
cátedra “Elementos técnicos del lenguajes del tango” en la Escuela de Música
Popular de Avellaneda. Tocó con Astor
Piazzolla y en la orquesta del maestro Osvaldo Pugliese.
“En estas épocas destructivas de tanto
consumo y de tanta globalización donde las músicas de los pueblos tienen que
estar cada vez más vigentes, pareciera que se van borrando ¿no?”, reflexionó el
maestro al recordar que tocar ante un público sensible es una de las
experiencias más enriquecedoras para un artista, dejarse llevar por las
emociones plasmadas en la música.
Rodolfo Mederos habló de la música que
ha escuchado a lo largo de su vida visitando los pueblos de Latinoamérica. “Yo
creo que todo el mundo está muy enrarecido y como dije recién, la globalización
no es una buena fórmula para conservar las esencias. Lo que se intenta es,
justamente, licuarlas y desaparecerlas.”
Sobre el panorama contemporáneo del
tango en Argentina, Rodolfo Mederos se mostró preocupado y poco optimista ante
la situación. “El panorama del tango no es muy bueno en realidad, también ha
quedado sujeto a estos fenómenos de destrucción que te acabo de decir. Hoy más
que nada funciona como un elemento turístico pero ya no es la música cotidiana
que toda la gente escuchaba. Yo soy un defensor de la memoria e intento aportar
humildemente lo que puedo para recuperar ésta música; pero la lucha, como dice
el tango ‘es dura y mucha’ y no es fácil. Así que el panorama está un poco
complicado pero bueno, haremos fuerza para mantener viva ésta música.”
Durante el concierto, el maestro Mederos
hizo un breve recorrido a través de la historia del tango y de sus inicios como
músico al bandoneón.
“El tango tiene tres épocas donde se
llama la ‘guardia vieja’, 1860-70 más o menos que son los comienzos de esta
música a 1920; luego sobrevino la ‘guardia intermedia’ podríamos llamar en los
años 40 o 50, y finalmente lo que sería
la ‘guardia nueva’, que sería la etapa más actual y moderna del tango”,
explicó.
Hoy en día es difícil relacionar la
música del tango sin el bandoneón, instrumento de origen alemán como explicó el
maestro Mederos. “No es para apesadumbrarlo pero quiero comentarle que el
bandoneón está en vías de desaparición puesto que la fábrica, la única fábrica
que nosotros apreciamos y que construyó estos instrumentos, se detuvo durante
la Segunda Guerra Mundial. No solamente no hay bandoneones sino que
probablemente también estamos en vías de extinción los bandoneonistas.”
Mucha gente dice que el tango es triste
y melancólico.
“¡En realidad el tango no es ni triste
ni melancólico!, en todo caso los seres humanos son tristes y melancólicos
cuando una música impacta sobre su corazón y dispara semejantes sentimientos”
–continúa Rodolfo Mederos- “¡Qué bueno que el tango sea una de las pocas músicas
que puede hablar de la tristeza y de la soledad! porque son elementos del ser
humano. No siempre la alegría es lo que está alrededor nuestro, entonces tiene
esta cualidad. Pero también piense que el tango ha sido una música generada por
inmigrantes que venían escapando de aquellas guerras sangrientas y que
abandonaban pueblos y familias con la idea de conseguir trabajo y también con
la esperanza de que dentro de poco pudieran traer a su gente. También piensen
que muchos de ellos nunca más volvieron a su tierra, de manera que la
melancolía seguramente es un ingrediente hecho música.”
El maestro Mederos se pronuncia a favor
de la defensa de la identidad cultural de los pueblos de América Latina ante la
globalización. “En muchos países, y en eso ustedes tienen un buen ejemplo,
mantienen en muchos casos bastante intacta su cultura pero tenemos que estar
muy atentos y muy alertas porque el sistema que nos toca vivir, las décadas que
vivimos no son fáciles y lo que se intenta destruir es nuestra memoria. Así que
habrá que mantener la memoria viva en el sentido de pertenencia, saber de dónde
somos y a dónde pertenecemos”, concluyó el bandoneonista Rodolfo Mederos.
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