CHETUMAL.- La megaescultura ya es un “elefante blanco” y retomar los trabajos para finalizar la obra implicaría aún más gasto innecesario, opinó el Cronista de la ciudad, Ignacio Herrera Muñoz. Agregó que hace más falta un teatro para la ciudad que una obra de arte moderno.
A 50 días de gobierno de Roberto Borge Angulo, nadie ha hecho declaración alguna respecto al destino de la “obra artística” del escultor Sebastián, conocido como un “artista” que nunca termina su obra y se aprovecha de gobiernos en busca de “un toque de modernidad” en la imagen urbana. No obstante la estructura sigue sin mayores modificaciones o avances y el hierro se deteriora debido al salitre.
“La gente me pregunta para qué va a servir esa megaescultura. Es lo que siempre me preguntan. ¿Qué uso le va a dar la ciudadanía?”, reflexiona Herrera Muñoz, “hubo protesta de la gente, que para qué querían esa megaescultura. ¿Vamos a admirar esa cosa o qué? Puedo decir que es una obra subjetiva que refleja, según el escultor, el mestizaje mexicano pero con influencia de corrientes artísticas modernas. Esto genera gastos, no sabemos cuánto más va a invertir el gobierno. Hoy ya podemos decir que se considera un ‘elefante blanco’, pero la incertidumbre de muchos pobladores es acerca de qué beneficio va a traer a la ciudad, ¿va a traer turismo?”
“La gente me pregunta para qué va a servir esa megaescultura. Es lo que siempre me preguntan. ¿Qué uso le va a dar la ciudadanía?”, reflexiona Herrera Muñoz, “hubo protesta de la gente, que para qué querían esa megaescultura. ¿Vamos a admirar esa cosa o qué? Puedo decir que es una obra subjetiva que refleja, según el escultor, el mestizaje mexicano pero con influencia de corrientes artísticas modernas. Esto genera gastos, no sabemos cuánto más va a invertir el gobierno. Hoy ya podemos decir que se considera un ‘elefante blanco’, pero la incertidumbre de muchos pobladores es acerca de qué beneficio va a traer a la ciudad, ¿va a traer turismo?”
Agregó que hay otras necesidades, por ejemplo, los monumentos de la ciudad que necesitan restauración; recordó que durante la dirección de Manuel Valencia Cardín como secretario de Cultura se proyectó rescatar el cine Manuel Ávila Camacho y crear el Teatro de la Ciudad, restaurando la fachada de acuerdo al diseño original. Pero ese proyecto quedó en palabras, mientras que la estructura del cine fue derribada, conservando únicamente la fachada.
Herrera Muñoz también dijo que los daños a la bahía se notan alrededor de la megaescultura, pues se aprecia agua lodosa.
“Yo, como Cronista, no puedo estar contra el desarrollo y la modernización. También hay que ver cosas que estén generando gastos y presupuestos, hay que analizar qué monumentos necesitan mantenimiento, hay murales que están abandonados. Simplemente no hay presupuesto. Hay muchos atractivos que permanecen desatendidos y por eso pasan desapercibidos. Con el dinero que se invirtió en la megaescultura se hubiera levantado el Teatro de la ciudad, eso hubiese sido un beneficio para la ciudad. Eso urge. Es una pena que José María Morelos, que es un lugar pequeño, tiene un Teatro de la ciudad. Cancún está recuperando su teatro. Chetumal, la capital, aunque sea como nombre, se tiene que improvisar cuando vienen espectáculos de calidad. Se desluce. El teatro Constituyentes es insuficiente. En cambio con un Teatro de la ciudad se pueden presentar espectáculos de ópera o ballet. Esto servirá para desarrollar la cultura local y universal”, finalizó.
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