CHETUMAL.- Una gran variedad de
productos artesanales entre los que se incluye prendas de vestir, calzado,
accesorios, cuadros y productos gastronómicos pueden conseguirse en el pabellón
de artesanos nacionales de la feria Exposur 2011. Más de 120 artesanos
procedentes de Campeche, Veracruz, Yucatán, Estado de México, San Luis Potosí,
Oaxaca y de los diez municipios del estado de Quintana Roo exponen más de 45
mil artesanías elaboradas a base de madera, fibra vegetal, materiales y conchas
marinas, piedra, textiles, alfarería, cartonería y diversos materiales.
Todas las artesanías están a la venta y
las hay para diversos propósitos y utilidades, decorativas o funcionales. Además
de las artesanías también encontramos productos comestibles elaborados de
manera artesanal como salsas a base de chile habanero, quesos, botanas, licores
artesanales.
Es un sábado por la noche y el pabellón
artesanal se encuentra repleto de gente a pesar de lo rápida que transcurrían
las horas. El viento helado se dejaba sentir en la piel de los visitantes de la
feria; dentro del pabellón se sentía el calor en el borde de un vasito
conteniendo muestras de licor de café o en el colorido del bordado de los
hipiles.
El arte Wixarika (arte huichol) destaca
de entre los puestos que se encuentra próxima a éste pues, además de ubicarse
en uno de los accesos al pabellón, ofrece cuadros elaborados con chaquira. El
señor Ismael Montellano Torres trajo artesanías del norte de Jalisco elaboradas
con chaquira de opaca, conformando gran variedad de diseños y combinación de
colores en aretes y pulseras en diferentes tamaños. “Hay muchas cosas al
alcance de los bolsillos; tenemos gargantillas, otro tipo de cuadros, además de
jícaras decorativas. También tenemos esferas para árbol de navidad” –comenta
Ismael Montellano- “(los diseños de los cuadros) ese es ya un don del espíritu
de lo que le da a cada uno como huichol y a base de eso ya se guía para poder
hacerlas.”
Como en las comunidades indígenas hay
muchas actividades, explicó, un cuadro de 60 por 60 toma hasta dos meses y medio
en elaborarse ya que depende de la organización del tiempo de los artesanos ya
que atienden actividades escolares y diversos trabajos. “Cada cuadro describe
diferentes temas por ejemplo, tengo uno que es azul de 60 por 60 que habla de
la fertilidad humana, representado en forma de hilo en el trabajo huichol. De
esa manera no estamos dando una identidad, cuál es el origen del wixarika, o
sea el huichol. Al huichol lo catalogaron así pero la identidad original es wirrarika,
habitamos en tres estados, Nayarit, Durango y Jalisco”, agregó.
Susana González Márquez es representante
de artesanos del municipio de Hermenegildo Galeana en el estado de Puebla.
Comentó que en esta ocasión trabajan todas las ramas artesanales de su
municipio. “Es un mosaico con el cual representamos a la comunidad desde los
bordados de las mujeres totonacas, la talla en madera de las danzas autóctonas
de la comunidad, licores de frutas naturales propias de la región, maderas
recicladas como de viguerías de casas de más de 60 u 80 años y también tratamos
de buscar que nuestros proyectos sean sustentables sin perjudicar a la
naturaleza como en algunos diseños de maderas”, comentó Susana González.
Los productos de más demanda entre los
visitantes de esta sección son los lápices de colores elaborados con madera de
árbol de “jonote colorado”. “No tenemos que cortar el árbol (para su
elaboración) solamente podamos las ramas las cuales perforamos y metemos a
presión el crayón. Sacamos punta con una navaja muy filosa. En los bordados
tratamos de plasmar lo que tenemos en la comunidad desde aves, plantas, flores
y algunas blusas que son típicas de la comunidad.” También hay aretes y
llaveros al que se personaliza con un pirógrafo.
Susana González agregó que la salida de
los artesanos de su comunidad hacia otros estados de la república mexicana es
muy difícil, lo que ocasiona la escasa difusión de su trabajo. “Estamos muy
aislados, de hecho es una comunidad muy pequeña” –cuenta Susana González- “es
un municipio con 17 comunidades pero a la ciudad tenemos que viajas casi 9
horas. Son 2 horas de terracería, 5 de pavimento, ¡sí es complicado! Haber
llegado aquí nos tomo casi 30 horas”. Todos los artesanos tuvieron el apoyo del
FONART para poder asistir a la feria y exponer su trabajo.
Algunos artesanos de la madera, agregó,
tienen más de veinte años trabajando este material y sólo han vendido dentro de
su comunidad y alrededores; a raíz del impulso que han recibido por su trabajo
conjunto el apoyo de FONART ha sido benéfico pues los artesanos de la comunidad
de Hermenegildo Galeana ha salido a ofrecer sus productos a otros estados del
interior del país.
“Tenemos aproximadamente cuatro años
trabajando en equipo pero, el señor de los licores (a la venta en su sección)
ya tiene tres años viniendo a ofrecer el producto; él igual jamás había salido.
Ha tenido muy buena demanda porque es un licor artesanal hecho con fruta del
pueblo, naranja, limón, maracuyá. El pueblo se llama Bienvenido, la localidad
se llama Bienvenido, casualmente cuando se fundó en 1830 le dan el nombramiento
como Bienvenido, deja de ser ranchería y pasa a ser municipio. Pero 1920 se les
ocurre registrar al municipio como Hermenegildo Galeana; entonces nosotros
siempre decimos que venimos de “Bienvenido” porque en la sierra norte nos
identifican como Bienvenido.”
Ligia Sansores vino de Felipe Carrillo
Puerto ofreciendo pan artesanal horneado a la leña, lo que le da un sabor
peculiar y no sólo por el proceso de elaboración sino por los ingredientes
utilizados. “Tenemos una gran variedad de pan, por ejemplo la hojaldrita que se
deshace en pedacitos; hay bizcochos, bizcotelas, bizcocho dulce y salado,
marinas, bizcocho de manteca, corazones. Todo este tipo de pan está hecho en
hornos de leña, eso desde que tengo uso de razón se hacía, ahorita con la
innovación de los hornos y con el tipo de pan que venden los supers (sic) ya se están perdiendo estas
tradiciones porque todos los preparados ya nada más lo mandan de Estados Unidos
o de otro lado, y tú pruebas un pan y todos saben igual, todos. En cambio el
nuestro, de nuestras tradiciones, cada pan va a tener su sabor diferente por su
manera de preparación y todo de manera artesanal”, expresó Ligia Sansores.
El producto más gustado es la bizcotela,
además del bizcocho salado o “bizcocho de agua”, la “marina”, la hojaldrita.
También se venden los “yoyos” con mermelada, que son panes con formas variadas
rellenos de mermelada de fresa.
Entre sabores, colores y texturas que se
mezclan para crear un mosaico cultural, como salidos de sueños de quimeras y
fantasías encontramos la fiesta de los alebriges del señor Felipe Fabián Ojeda del
pueblo San Martin Tilcajete, en el valle central de Oaxaca.
“Traemos los alebrijes que se hacen ahí
en el pueblo de San Martín Tilcajete y tenemos un variado surtido que hacemos
en el taller familiar. Los alebrijes están hechos con madera de copal y de
zompantle. Cada figura es única puesto que están hechos a mano al cien por
ciento y cada pieza es diferente. Una pieza chica tiene como mínimo, dos días
de trabajo por el proceso de elaboración. Uno grande depende del tamaño, va
desde quince días hasta un mes.”
Los alebrijes son una de las artesanías
más costosas en el mercado debido al proceso de elaboración especialmente al
hecho de que se trata de piezas únicas tanto en diseño como en color y forma.
Los precios varían en este tipo de artesanía y aunque se piense que por
tratarse de piezas pequeñas su precio no pasa de los doscientos pesos, el
precio real oscila entre los 300 y 450 pesos, mientras que alebrijes grandes y
más elaborados llegan a costar entre mil 500 o 2 mil pesos.
A un costado del área de alebrijes se
ofrecen piezas del “árbol de la vida”, artesanía típica de Metepec, Estado de
México.
“Este es un trabajo que hacemos desde
hace ya bastante tiempo, elaborado hecho a mano totalmente y decorado
igualmente totalmente a mano” -explica Arturo Esquivel Moreno, oriundo de
Metepec, Estado de México- “hay árboles de desde 10 centímetros hasta cuatro o
seis metros, dependiendo de las dimensiones que nos pidan.”
El tiempo de elaboración es de un día
con el proceso de elaboración que incluye el secado –un día más- y
posteriormente se mete al horno. “Serían cuatro días en total ya con el tiempo
del decorado.”
Hay dos tipos de decorado que son llamativos,
el decorado en colores vivos y el decorado en colores ocres. Los símbolos
varían en cada árbol, por esta razón existen los “árboles de la vida”, los
“árboles de calaveras”, “árboles de la virgen de Guadalupe” y “árboles del arca
de Noé”. La tradición de esta artesanía tiene unos cien años de arraigo. Aunque
el recibimiento de la gente en Chetumal ha sido bueno y han contado con el
apoyo del FONART para la promoción de sus artesanías, Arturo Esquivel dijo que
la situación para los artesanos en el municipio de Metepec no es buena ya que
el desarrollo es lento debido a la baja afluencia de turismo. “Necesitamos
impulsar el turismo hacia nuestros estados y municipios, en general en el
país”, agregó.
Del municipio de Othón P. Blanco
encontramos artesanías elaboradas a base de cáscara de naranja, coral, conchas
y caracol. Jenny Favela elabora aretes y accesorios diversos hechos con cáscara
de naranja y explica: “la cáscara lleva un proceso muy largo en el cual se seca
la naranja y luego le agregamos el color con pintura vegetal. Luego le damos la
forma a los diferentes tipos de accesorios que nosotros manejamos que son los
collares, llaveros, colgantes para celular, aretes y pulseras. Pocas veces
usamos los modelos para hombres igual, lo implementamos para nuestros
productos. El proceso más largo de elaboración es el secado de la naranja que
dura aproximadamente una semana. Lo demás es más fácil y lo puedo terminar en
un día, un collar por ejemplo.”
Estos collares son de las artesanías de
reciente aparición con ocho meses de trabajo hasta el momento.
El trabajo de los talleres “Manos
mágicas” de Cozumel, Quintana Roo, se exhibe y se encuentra a la venta en el
pabellón artesanal de Exposur 2011. Luis Pacheco Díaz explica que los talleres
están integrado por personas con capacidades especiales. “A ellos les enseñamos
a trabajar y estas son sus piezas que traje a la venta. Tenemos jade, las
señoras hacen collares y también macramé. El coral negro siempre ha sido algo atractivo
por el lugar; el jade también porque es una piedra que no es muy fácil de
conseguir, además como son trabajos mayas que son acordes a nuestra cultura,
nosotros seguimos trabajándolo. Ha sido una jornada muy difícil, no ha habido
mucha venta, hace falta mayor difusión y apoyo porque nosotros no cobramos por
enseñar a la gente, tampoco hemos recibido apoyo por parte del municipio,
posiblemente más adelante lo tengamos. De hecho hemos estado peleando para que tengan
su propia marca registrada ante notario. ‘Manos mágicas’ ya cuenta con un registro
de marca. Nosotros no buscamos el beneficio directo sino que se beneficien las
personas que realmente lo necesitan”, expresó.
Ramona Puc Cocom y un grupo de mujeres
de Felipe Carrillo Puerto exponen sus hipiles bordados, blusas y filipinas,
además de hamacas bordadas con figuras. Los bordados de rejilla son de los más
costosos y difíciles de elaborar, toma solo quince días crear uno de estos
bordados. Un hipil completo cuesta aproximadamente mil 200 pesos. Los bordados
se elaboran con hilo de seda. “La seda no se calienta pero el estambre se
calienta mucho y si sales al sol te quema, por eso hasta en el tiempo de frío
te puedes poner un hipil de estambre porque se calienta mucho”. Estas
artesanías textiles son originarias del pueblo de Santa Rosa, Quintana Roo,
cerca a Felipe Carrillo Puerto.
Hay productos hechos a base de café.
Pero no son productos típicos como el café molido o muestras de café en sus
diversas preparaciones. Se trata de licor de café, jabón, bombones, chicles,
barras de chocolate y café y hasta granos de café tostado cubiertos con
chocolate. Estos productos los ofrece el señor Julio César Arriaga Cárdenas, de
Xochimilco, Distrito Federal. “Utilizamos café orgánico chiapaneco y lo
elaboramos en Xochimilco. Tenemos licores de café, arándanos con café, amaranto
con café y una gran variedad de productos orgánicos elaborados con café. El
licor de café tiene un tiempo de producción de dos a tres meses para tener la
fermentación y e conjunto de sabores que sean óptimos” explicó.
También trajeron bombones y merengues de
café pero fue tal su aceptación entre los visitantes que ya se acabó el
producto.
Domingo Mejía Muñoz del valle de México
elabora cuadros y alhajeros hechos a base de popotillo de escoba. “Es un pasto
que crece en la parte alta de los volcanes. Se recolecta, se selecciona, se
tiñe de diferentes colores y con eso se crean cuadros, paisajes, alhajeros,
todo se va haciendo a la imaginación” –explica Domingo Mejia mientras elabora
un cuadro de la virgen de Guadalupe- “ésta técnica la traemos de tradición
familiar a través de los años nos lo han venido transmitiendo nuestros padres,
nuestros abuelos y lo hemos aprendido por la convivencia diaria con la
familia.”
El popotillo se recolecta en la parte
alta de los volcanes del centro de México donde se reproduce de forma
silvestre. Se trata de un pasto seco de clima frío; cuando se seca se recoleta
y se tiñe de colores, previamente separado de la cascarilla. “Después le damos
un proceso de suavizado de material, luego se tiñe y procedemos a aplicarle un
fijador para que agarre. Todo es de forma natural” –continúa explicando Domingo
Mejía- “usamos el tequesquite (una sal mineral natural) como suavizante y como
fijador usamos el alumbre (otro mineral).”
El tiempo de elaboración es largo y
complicado. El cuadro de la virgen de Guadalupe que se encontraba en proceso de
elaboración le toma cerca de dos días para terminar el trabajo, invirtiendo
entre 8 y 10 horas diarias.
El común denominador de todos los productos
artesanales ofrecidos en este pabellón es el tiempo invertido en la
elaboración, así como la manera de conseguir la materia prima. Amén de los
diseños únicos y de la creatividad, cada artesanía lleva en sí la voz de un
pueblo o comunidad, describiendo los usos y costumbres que la caracterizan.
Diversidad y variedad en sabores, texturas, colores y formas. Es la riqueza de
un México que se niega a desaparecer a pesar del uso de los artefactos de la
vida moderna.