CHETUMAL.- Las Salas de Lectura son espacios administrados por moderadores de lectura. Hay 70 abiertos y 30 en proceso de apertura en todo el estado, informó Rodolfo Novelo Ovando, coordinador del programa Salas de Lectura en Quintana Roo.
Hay salas de lectura en bibliotecas, parques, en casa particulares. “Tenemos una en el Centro para Menores Infractores y para Adolescentes, hay uno en el quiosco de la explanada, en la cárcel de Cancún, en el tutelar hay dos y en el CERESO de Chetumal hay una; en la casa de la cultura de Cozumel, una en Felipe Carrillo Puerto que es una casa particular.”
Para abrir una sala de lectura se requiere que la persona interesada en hacerlo, debe saber leer y escribir sin importarla escolaridad, tener interés en hacer un trabajo voluntario ya que no reciben pago y cursar la capacitación.
El trabajo con el Centro de Internamiento comprende la apertura de una sala de lectura y un taller de sensibilización artística, además de un taller literario. “Han salido textos de los trabajos con el mediador que tiene esa sala de lectura que ve literatura, y con la parte de sensibilización ya han tenido trabajos resultantes como representaciones del Popol Vuh y otras obras en lecturas dramatizadas. Y en el mes de mayo hubo un concurso que se convocó a tutelar de Carta a mi Madre. Hubo 19 participantes”, agregó.
No hay una edad fija para participar en las salas de lectura y el 80 por ciento de la población que se atiende en las salas de lectura son niños y jóvenes. La dinámica de trabajo varía en cada sala de acuerdo a la personalidad de cada mediador. El acervo de las salas es proporcionado por el CONACULTA y consta de cien libros.
La profesora Magaly Herrera es mediadora de la sala de lectura de la biblioteca central Javier Rojo Gómez, de Chetumal. Explica que trabaja los lunes, miércoles y viernes con niños, jóvenes y adultos. Menciona que el trabajo con adultos y niños varía. “Yo pienso que con niños es más de juego, de lecturas infantiles y con adultos hay que presentarles algo más serio y formal. Con los jóvenes, al principio me costó ¡y vaya que me costó porque no querían leer!, pero empezamos por pláticas y con tertulias. De ahí nos fuimos a las leyendas, que les encantan, sobre todo las leyendas mayas”.
Algunas personas que han participado en las salas de lectura han iniciado su propia sala. Siempre se comenta un libro que se lee y se comparte entre los lectores. Los mediadores han tomado la calle acudiendo a parques, transportes públicos y plazas. La gente acepta las actividades que los mediadores ofrecen como lecturas al oído (con tubos de cartón, leen poesías al oído).
El beneficio de la lectura se reflejan en la compresión de la lectura que realizan y también para incrementar la imaginación y la expresión oral.
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