Como en la vida misma, el Abismo Sónico fue un estado de ánimo compuesto de nostalgia, de sueños, de ira contenida y a veces, exacerbada. También fue la puerta a la que algunas almas solitarias o ansiosas de conocer universos distantes abrieron sus ojos y oídos.
Para mi se trató de un espacio para compartir visiones de una etapa de mi vida que desde hace algunos meses ha cambiado. Ya no soy el mismo de antes ni soy tan diferente como ayer. Simplemente hay que continuar por otros senderos.
Queda el Abismo Sónico en el recuerdo de lo que fue mi vida laboral, un camino de búsqueda que me condujo a la certeza de que mi vida estará dedicada a las artes.
Gracias a tod@s...
Se acabó el Abismo Sónico.
Es una lástima. Muy buen blog. Muy interesante.
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