Conferencia magistral de Ángeles Mastretta

CHETUMAL.- Invitada por la Secretaría de Cultura y el Instituto de Administración Pública de Quintana Roo, con motivo del 25 Aniversario de la asociación civil Amigos de Sian Ka’an, la connotada escritora mexicana Ángeles Mastretta ofrecerá la conferencia magistral “Mundo iluminado” el jueves 28 de abril, a partir de las 19:00 horas, en el auditorio del Museo de la Cultura Maya.
Amigos de Sian Ka’an, se fundó el 5 de junio de 1986 con el objetivo principal de promover, impulsar y apoyar acciones dirigidas a conservar la biodiversidad de la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an.
La característica más fuerte de la literatura de la escritora poblana Ángeles Mastretta, quizás sea, mostrar a las mujeres como depositarias de una sabiduría femenina anterior a toda revolución emancipadora.
Su trabajo es reconocido en México y en muchos países, ha sido merecedora de premios como el Mazatlán de Literatura y el Rómulo Gallegos; recientemente le fue dedicada la Semana del Autor en España. Ha escrito las novelas Mal de amores yArráncame la vida, los relatos Mujeres de ojos grandes, la novela corta Ninguna eternidad como la mía, y tres volúmenes misceláneos que reúnen relatos cortos y textos periodísticos y autobiográficos: Puerto libre, El mundo iluminadoEl cielo de los leones. Colabora con las revistas Nexos, Unomásuno, La Jornada, Proceso y Ovaciones.
En El mundo iluminado de Ángeles Mastretta, todos somos seres atravesados por historias y en la simpleza de los eventos cotidianos está la verdadera felicidad; conoceremos de voz de la escritora, relatos de la vida común que iluminan el universo cotidiano; nos ofrecerá una idea íntima y personal de sus recuerdos y sus reflexiones, a la vez que abordará temas que muestran la preocupación de la autora por su propio mundo y la concepción que tiene de él, y que guardan una estrecha relación con el México que tanto ama: el pasado, el presente, el futuro, la política del país, sus amigos, su familia y sus viajes nacionales e internacionales.
La entrada a este evento es libre y gratuita. Mayores informes al teléfono (983) 285 3132.

*Información de la Secretaría de Cultura de Quintana Roo, Comunicación Social

jueves, abril 14, 2011

Observa...


Observa...
Cargado originalmente por Voz en Color 
Observa... y recuerdame como ahora porque sólo el cielo sabe que será la última vez.

martes, abril 05, 2011

Y bien...

Parece que siempre sí nombraron a Cora Amalia Castilla Madrid como secretaria de cultura. Prepárense para una larga cadena de eventos en los que los monólogos de media hora, lágrimas y demás cosas a las que ya nos tenían acostumbrados.
Una vez más asistimos al mismo "performance" de apatía hacia la cultura y el desarrollo educativo de los quintanarroenses. 

lunes, abril 04, 2011

Entrevista con Guadalupe Angeles

[Luego de la presentación del libro “Sobre objetos de madera” en Bacalar, publicado el 28 de mayo en por Esto de Quintana Roo].

BACALAR.- Parece el rincón más alejado del caos citadino. El silencio y la tranquilidad se unen para crear un cuadro pictórico viviente coloreado de azul en la laguna y naranja en el cielo. El Fuerte de San Felipe en Bacalar es el lugar donde sucede la charla con Guadalupe Ángeles, transcurre la tarde y el alma se nutre de palabras e ideas que surgen del goce de la vista al paisaje que ofrece la laguna. 
“Es un verdadero privilegio haber venido desde Guadalajara para estar con ustedes y leer algo, algo que tiene un significado muy importante para mí porque es la segunda edición de un libro publicado hace 10 años. Entonces no sé si es fruto de mi necedad o deveras sigue teniendo vida”, fue como empezó la lectura de su libro “Sobre objetos de madera”. 
            A continuación, la breve charla que tuve con Guadalupe Ángeles posterior a la presentación de su libro. 


J.R.- Me llama la atención la recurrente de la nostalgia y la muerte en tu libro, ¿cómo ha sido la evolución de la perspectiva hacia esas dos ideas? 
G.A.- Yo hablaba un poco de eso al principio, que me parece un libro bastante melancólico, pensar que fue escrito hace 10 años es entender que fue hecho por alguien que se encontraba con nuevas formas de vida, que estaba apostando por la alegría y la apuesta no le salió (ríe). No sé si pueda decir que es amargo, pero vuelvo, creo que hacer el ejercicio de materializar la imaginación aunque sea en páginas, ya que no es tercera dimensión que sea en segunda dimensión. Era una manera de reaccionar ante las circunstancias. La evolución, yo quisiera decirte que ahora pretendo ser una escritora más luminosa, de hecho la novela “Devastación” tiene lugares donde hay mucha luz –a pesar de que también es muy melancólica- quiero reírme más de la vida que seguir pensando que “¡qué triste!”¿no?. Sí, es la evolución que pudiera haber. 


J.R.- ¿Cómo es esa luminosidad? 
G.A- ¿Te cuento el final de la novela o el posible final? (risas). Mira, hablo del mar. Hablo del mar que aquí, el mar que ustedes pueden ver contesta a tu pregunta. Ese mar Caribe te dice con su sola presencia que la existencia es alegría. Yo te aconsejo que te metas (al mar), no te va a arrastrar, aquí en el Caribe no te lleva. Lo que tienes que encontrar en el mar es su caricia. Dicen que tiene que ver tal vez con volver al liquido amniótico, a la madre. Entonces el mar es una madre amorosa y quiero encontrar esa parte de la vida, quiero reírme. En este texto que te comentaba, el contrapunto consiste en que una se desgarra las vestiduras y la otra discretamente se le ríe en la cara porque pues, es que, hay que ser consecuentes con la vida. 

J.R- Hace un rato mencionabas algo sobre la erótica, como principio creador. Tengo la idea de que el erotismo de una mujer al escribir es más intenso que el de un hombre. ¿Cómo siente la mujer ese principio creador? 

G.A.- La respuesta es la imaginación. Lo que pasa es que las mujeres que escriben tienen más imaginación que las mujeres que no escriben, y tú sabes que el elemento detonante de un erotismo sano es la imaginación. Cuando uno está más abierto a todo tipo de circunstancias es más fácil que encuentres la felicidad en el ámbito del erotismo. Que la encuentres, que la des, que la recibas. 

J.R.- ¿Qué piensas acerca de la soledad? 
G.A.- La soledad... esta es una condición inherente al ser humano, con o sin pareja. Yo tengo una amiga que tiene 4 hijos y dice: “¡uno está solo!. Uno toma sus decisiones solo, puede que comas en compañía de 10 gentes y estás solo. Hay qué revisar qué pasa en tus momentos de soledad. Uno como escritor –como me preguntaban hace un momento- atesora, guarda, analiza, o se pone a crear, incluso te creas una personalidad. Aunque uno quiera huir, uno está solo. ¿Qué pienso de la soledad? Que es inevitable. 

A Guadalupe Ángeles le gusta la música, ella piensa que es una “música frustrada” (sic) a la que a veces no se puede dormir si no oye un ratito a Bach, la música es muy importante así como el silencio para el escritor.

J.R.- Por último, el dar rienda suelta a la imaginación ¿sería como dejar salir al niño interior? 
G.A.- Por supuesto que sí. Suena a lugar común pero, si tú juegas estas siendo un niño y si te dejas ser niño puedes escribir.

“Tuve un sueño: mi música llenaba un espacio donde antes sólo había silencio”.

[Este es el primer texto del Abismo Sónico, del 31 de mayo de 2005, publicado en Por Esto de Quintana Roo... y así fue hasta hace unos pocos días]



“La gente trata de pisotearnos sólo porque andamos por ahí, las cosas que ellos hacen me parecen frías, espero morir antes de envejecer” My Generation, The Who. 


CHETUMAL.- Platicaba hace unos días con un viejo amigo de los tiempos que vivimos cuando estudiábamos en el bachillerato. Entonces teníamos una banda de rock y diez años menos que ahora. En aquellos días las tocadas de rock en la ciudad eran menos que ahora, si no es que igual. Tuvimos muy pocas y aunque la mayoría eran en fiestas escolares o privadas, siempre había un común entre los colegas: falta de equipo, apoyo y difusión. 

En la cuestión del equipo –viéndolo desde la perspectiva actual- uno bien podría ahorrar las “gastadas” y hacerse de un buen amplificador y unos pedales de efectos para las guitarras. En cuestión de guitarras –y de cualquier otro instrumento- es bien sabido que en la ciudad no llegan instrumentos de calidad y costosos, tenemos que salir a Mérida, Cancún o a la Ciudad de México a buscarlos. Ese no es gran problema, de una u otra manera se resuelve, siempre y cuando se cuente con un trabajo y el hábito de ahorrar. 
He aquí la parte agridulce del asunto. El apoyo a los eventos de rock –y demás actividades artísticas y culturales- no ha existido de manera sólida y constante, menos si se trata de artistas independientes y jóvenes. La difusión es una constante ausencia, no hay mantas, pintas o propagandas impresas que, repartidas de mano en mano, informen sobre las “tocadas”. Problema verdadero: no hay dinero para tales fines. 

Hace una semana, vinieron a verme los muchachos de una banda y me platicaron que cuando van a tener una presentación, piden apoyo al gobierno pero éste únicamente les ayuda con equipo de sonido. Bueno... eso es un avance ¿no? Considero que sí, ¿por qué? Porque no podemos ni debemos esperar a que las instituciones o el gobierno nos lo resuelvan todo. Ahora, esto no quiere decir que deslindemos a las anteriores de una responsabilidad que tienen para con la sociedad: fomentar y difundir las actividades culturales. 

Si bien es cierto que algunas bandas empiezan con un sonido muy malo y con una calidad musical y lírica pésimas, esto no es para siempre (The Beatles eran una banda mediocre antes de 1962 y no creo que Silvestre Revueltas haya escrito obras de la magnitud de Sensemayá antes de llegar a hacerlo). Considero muy importantes dos puntos a solucionar: el crear incentivos y espacios para las bandas o proyectos alternativos, y, dejar de lado las ideas jurásicas y snobs y abrir más la mente y el corazón. 

Al tener un incentivo, las bandas trabajarían más en la depuración de su sonido, leerían más libros para acrecentar su lenguaje y dar rienda suelta a sus ideas. De crear espacios de lectura e intercambio literario entre ellos, tal vez no se pasarían las horas recibiendo una “educación” frente a la televisión. Es cierto, todas las ideas son válidas pero para manifestarse hay que ser inteligentes. El rock es cultura como lo es la pintura abstracta, la impresionista, el art decó, los bordados, la música del maya pax, el danzón, la sinfonía, la ópera, la canción ranchera, la música caribeña, la trova, la música electrónica, las tradiciones, los cuentos, las letras en general y un largo etcétera. El punk se caracteriza por la esencia del “hágalo usted mismo” pero jamás ha sido “happy” en su lírica. El ska toma fuerza y aunque las letras hablen de temas cotidianos, la música es rica en arreglos para metales; la música electrónica no deja de ser humana puesto que es necesario el corazón humano para sentir el beat y saber crear atmósferas sonoras, únicamente concebidas por el alma; los sonidos retro, la música surf, el dark, el electropop, el rock urbano y demás ramificaciones de la música popular aún faltan por explorarse. 

Hay que crear espacios. Luego de una larga tradición de grupos de música caribeña y dado que la ciudad crece y se llena de nuevas ideas y nuevos aires, es tiempo de abrir las puertas a las generaciones actuales, sin miedo y sin prejuicios. De lo contrario, a cada uno de los artistas –jóvenes y adultos- nos sucedería como en el cuento de Augusto Monterroso: 

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

De vida, muerte y otras soledades.

A la memoria de mis amigos muertos


Vida y muerte. Dos palabras que provocan sentimientos encontrados, diferentes perspectivas, aunque a la última temamos llamarle por su nombre y nos provoque angustia. A la vida la gozamos como si nunca fuera a terminar; a la muerte le tememos porque no sabemos cómo nos sabrá en una piel ausente. Ambas son como la novia y la amante: dos cosas inevitables, seductoras. En vida cantamos, reímos y lloramos, gritamos hasta más no poder, hacemos el amor… son la música de la vida. La muerte se nos presenta como un silencio profundo y oscuro, ya no hay llantos ni risas pero hasta los silencios son parte de la música. A la vida y a la muerte le cantamos; a ellas escribimos poemas como si lentamente nos fuéramos quedando solos en este mundo. El miedo a la muerte podría traducirse en un miedo a la vida, tan breve y tan larga al mismo tiempo.
            Es entonces cuando el concepto del tiempo se nos vuelve un eterno enemigo: no hay tiempo para caminar lentamente, no hay tiempo para amar, no hay tiempo para ver atardeceres, necesitamos tiempo para más de todo lo que no podemos tener. Hay un romance anónimo que refleja esta situación, el “Romance de la Muerte y el Enamorado”
“Un sueño soñaba anoche, soñito del alma mía,  soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía.  Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría.  —¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida?  Las puertas están cerradas, ventanas y celosías.  —No soy el amor, amante: soy  la Muerte que Dios te envía.  —¡Ay, Muerte tan rigurosa, déjame vivir un día!  —Un día no puede ser, una hora tienes de vida”.
En el poema de Mario Benedetti, “Última noción de Laura”, se presentan dos sentimientos atroces que nos han preocupado en algún momento de la vida: el tiempo –una vez más- y la soledad:
Usted Martín Santomé, no sabe cómo querría yo tener ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no puedo convocarlo junto a mi… los nombres se me caen, yo misma estoy cayendo, usted de todos modos no sabe ni imagina qué sola va a quedar mi muerte sin su vida”.
Y en la música ¿cuantas canciones se han escrito sobre la muerte? Son tantas que no terminaríamos en este breve espacio –como la vida misma- pero su presencia ha estado latente en cada descarga de sonido. Recordemos a Jim Morrison coqueteando con ella y aceptándola como el único fin y mitigador del sufrimiento en la Tierra (The End) porque al final de cuentas “nadie sale vivo de aquí” (Five to One). Otros, son nihilistas al respecto como Robert Smith al afirmar que “no importa si todos morimos” (One Hundred Years). Realmente, ¿qué es lo importante aquí y ahora? Nada es tan importante si no le damos su justo valor: al amor, a la música, a las letras, a la familia, a nuestros amigos, a nuestros sueños y un largo etcétera.
No hay peor vida que la que se deja escapar, no hay peor muerte que vivir con miedo a vivir.
Un paseo por los cementerios, en medio de sus calzadas, es la alegoría que representa el camino de la vida que nos queda por recorrer mientras que aquellos que se fueron cuidan de nuestros pasos. Nosotros mantenemos viva la memoria de sus días, la memoria de sus nombres y sus acciones. Los recordamos porque no queremos que ellos se sientan solos a donde quiera que estén.
Como dijo un amigo en alguna ocasión, que la angustia más grande que ha sentido en sus momentos de soledad ha sido la muerte porque “cuando te mueres se acaba todo y cuando te mueres nadie te va a acompañar”. Tal vez por eso le cantamos a la muerte y a los muertos, para que en el más allá no se sientan solos.
Nos quedan muchos años por vivir, los necesarios y los que nos hayan tocado. El aprendizaje es difícil pero cada vez lo iremos aceptando como algo natural e inevitable. Lo mejor de la vida está en lo que descubrimos y construimos, las cosas que compartimos con nuestros semejantes.
Mañana nunca se sabe.   

sábado, abril 02, 2011

Líbranos del mal... Que así no sea.

Lanzo una pregunta al aire y aunque no es algo que sea oficial, ¿qué les parecería que Cora Amalia Castilla Madrid fuera asignada como secretaria de cultura para el siguiente sexenio gubernamental en Quintana Roo?

viernes, abril 01, 2011

Un nuevo destino, un nuevo abismo

Hoy ha concluido un ciclo en la vida del Abismo Sónico. No. No se acaba ni mucho menos se calla la voz interna que le dio vida al Abismo Sónico desde 2003, en un frío departamento del Distrito Federal, a la cálida y húmeda habitación de alguna parte de Chetumal... y de cualquier parte del mundo.
De repente se abrió una puerta que había estado cerrada desde hace mucho tiempo. Así, los demonios regresaban a su entorno. Efecto Doppler.
¿Quieren saber cómo me siento? Como si hubiese saltado del bungee pero con 3 fasos uno después del otro... así, así me siento.
Espero volvamos a intercambiar ideas, discutir temas, y de nuevo caminando por rumbos desconocidos en busca de nuevos horizontes.
Se termina el ciclo de Abismo Sónico en la publicación periódica. Hoy llegarán los sonidos más allá del papel.