Sería buena idea crear un diario fotográfico. Algo que estimule la observación, la reflexión, el debraye chido y hasta la caricia placentera de las tardes de verano cuando buscamos un refugio en donde reposar después de todo el teatro de la cotidianidad.
Hoy fue una tarde harto padre y hasta cierto punto caótica. A pesar de los contratiempos mi espíritu se guió con los pasos de este angel veraniego...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario