miércoles, enero 31, 2007

Cartel de carnaval de Chetumal provoca polémica.



CHETUMAL.- La reciente presentación de un cartel para promocionar el próximo Carnaval de Chetumal 2007 desató una polémica alrededor de la imagen publicitada. Un medio de comunicación de la localidad calificó a la publicidad como “Carnaval Gay” debido a información de índole personal y en los comentarios escuchados en la “vox populli”. Por otra parte, la ciudadanía no piensa de la misma manera pues algunas mujeres encontraban atractiva la imagen que fue colocada en diversos puntos de la ciudad.
El cartel muestra a un personaje masculino, de buen físico, rapado, mirada “fría”, mostrando el pecho desnudo y con aretes en cada lóbulo de la oreja. Esto atrajo a las mujeres a quienes el personaje les parecía “guapo”, como mencionó una mujer al pasar cerca del cartel gigante que colgaba del palacio municipal. Comentarios flotaron en el aire y muchos esperan una “explicación” al respecto.
Para explicar el proceso creativo del cartel, el joven pintor Daniel Valadez –autor del trabajo gráfico- platicó sobre los elementos que manejó en el cartel y de las ideas que se habían manejado para dicha publicidad.
“El cartel que ya todos conocen es el primero de dos, en este caso es el Rey del Carnaval, el Rey Momo. Ernesto Martínez y yo trabajamos el concepto sobre un ángel. En este caso se iba a usar la moda del “bling blink” para poder retratar un poco la joyería y hacer alusión al concepto del ‘Diamante del Sur’. Por eso en el collar está ese logotipo característico con diamantes y oro. Desde mi perspectiva, la imagen es un hombre ‘metrosexual’, esa fue la intención desde un principio porque es lo que conlleva el carnaval, también toda la alegría. Trató de hacerse de una forma muy artística, siempre me esmero mucho en mis trabajos y respecto a las alusiones de que el trabajo parece gay, siento que son un poco erróneas. Más bien es la perspectiva de ciertas personas que quieren verlo de esa forma. No está más agresivo que una publicidad de Calvin Klein o Doce & Gabana y todas marcas de ropa, no siento que atente contra la moral de nadie, es un trabajo limpio, ¡no se le ve ni siquiera el ombligo al personaje! Es un personaje fornido con un corte de cabello tipo militar, que no tiene ninguna alusión a la milicia, simplemente es la moda del reggaetón y rap, que son los cortes que usan en ese ambiente. Y en general se quiso hacer un trabajo original, usar la figura masculina para el primer cartel, que no era caer en la figura femenina porque esa es la sorpresa que se espera: al principio, el rey del carnaval y después, la reina del carnaval”.

Por otra parte, se dijo que el cartel no presentaba los elementos carnestolendos a los que muchos ya están acostumbrados. “El problema es que quizá no todos están conscientes de la historia del carnaval, lo del rey momo. Tal vez por eso se les hace difícil ver una figura masculina en vez de una femenina como siempre se ha usado.”
Agregó que se encuentra en proceso final el segundo cartel que incluye a la reina del carnaval, que en cuestión publicitaria va a ser “el clímax”.

“No voy a adelantar mucho, quiero que sea una sorpresa para todos, pero va a ser un cuadro bien hecho y espero dejar contentos a todos porque, en el primero quise dale gusto a las mujeres y en el segundo se le va a dar gusto a los hombres.”
Pero lo que despertó polémica fue el trasfondo gay de la publicidad, a lo que Valadez expresó una gran molestia ya que su trabajo no muestra estereotipos clásicos. “No veo que la imagen sea gay, no fue la intención. No es alguien que esté maquillado, que tenga rimel o sea travesti, yo no veo por qué se le ha estereotipado como alguien gay; no está abrazando a otro hombre, no hay intención de ese tipo. He recibido toda clase de comentarios, por parte de las mujeres he escuchado comentarios muy positivos, inclusive me han preguntado quien es el modelo. Los hombres comentan que parece un luchador de la WWF, otros lo ven como tipo súper héroe. Cada quien ve lo que quiere ver, según su bagaje cultural observa las cosas y da su interpretación. Es padre porque es positivo el hecho de ver que el cartel no ha pasado desapercibido y la gente no ha sido indiferente ante tal. Cada quien lo ve desde su perspectiva”.
Mencionó que la obra publicitada no se irá a la casa de Ernesto Martínez. “La obra no se irá a la casa de Ernesto, y no Eduardo como mal se mencionó, es totalmente erróneo. La obra es mía. Cuando se hace un trabajo de este tipo se vende la imagen, vendemos la licencia de uso. El original, el autor de la obra hace con él lo que quiere, si después lo quiere vender por otro lado o lo quiere conservar es decisión del propio autor.”

Aclaró que sus preferencias sexuales no están reflejadas en su trabajo. “No están para saberlo ni yo para contarlo pero soy heterosexual y no creo que haya nada implícito en la obra en la que yo quiera hacer propaganda para cierta comunidad. Simplemente se quiso explotar la figura masculina porque no se ha usado y no le veo nada de malo que se use, pero para el siguiente cartel se usará la figura femenina.”

lunes, enero 08, 2007

La mujer que amo…




“Jugamos que tú eras yo, era tú. Decía tu nombre y soñé que era a mi a quien llamaba”. Rita Guerrero, El espejo, Santa Sabina.

La mujer que amo nació de un girasol que un ángel nocturno sembró en la Tierra de la Pasión. Tiene los ojos almendrados y la piel blanca, el cabello bañado de luna en el que duermo durante las noches del resto de mi vida. Lleva una estrella azul tatuada en el vientre, antesala al jardín donde jugamos en noches de verano. Aún la miro a través de un calidoscopio cuando levanto el vuelo hacia el azul profundo.
La mujer que amo me lleva a pasear al fondo de las palabras quemadas en papel arroz, dibuja una línea roja sobre el camino de escarcha para conducir mis pasos cansados de buscar el fuego eterno.
Su nombre es el sonido de un sueño tejido en el rincón más oscuro del deseo de agua. Su voz armoniza con el delicado movimiento de sus labios al llamarme por mi nombre, labios rosa endulzados con acordes aumentados.
Abriendo sus brazos me dice que no existe el tiempo perpetuo, me canta una canción de cuna. Una noche de luna llena, ella atravesó el cielo estrellado y sintió por fin el peso de la humanidad en su interior: la existencia y la certeza de respirar.
La mujer que amo no bebe del veneno que confunde los sentidos ni abandona sus ideas en minorías pretenciosas, enfrenta las realidades y confía en sus sueños; teje mil posibilidades para su futuro sin olvidar el camino que compartimos en la vida. El corazón de mi compañera late en el mismo lado y es del mismo color que el cielo de octubre.
La mujer que amo no vive en la mansión de la Reina de la Noche. Busca siempre el conocimiento y nunca calla; exige, lucha sin ceder a caprichos insulsos. Cree en una fuerza unificadora del universo pero no cree en los ladrones púrpura ni entrega su alma a falsedades.
Ella, el dulce pétalo de un girasol, llena más que rincones de existencia. Es la alborada y el ocaso, el sonido y el silencio, el dharma y el pecado; es mi saudade, mi océano de ansiedad y el mar de la tranquilidad.
La mujer que amo no es el reflejo de un espejo sino la mitad necesitada de su otra parte. Somos uno en extensión del otro, los cinco sentidos de cada ser. Entre los dos no hay ataduras sino el deseo de crecer dentro y fuera de cada uno; percibo el mundo a través de ella y me dejo asombrar por lo que descubre.
Ella nunca dice “te amo”, pero sus muslos y sus ojos me lo recuerdan.
La mujer que amo es simplemente una mujer… aún en la ausencia de sus manos, espero por ella en el rincón de mi vida.