No es que no quiera mostrar mi corazón, es que se evaporó en un sorbo a solas, en un rincón frío y húmedo, entre sus piernas vegetales.
Al caer dentro del abismo sónico, la percepción se expande como el tiempo. He aqui las visiones de esa lenta caída. Espacio abierto a todos cuantos sepan leer.
domingo, diciembre 12, 2010
Diario de un viaje a distancia 1
Los colores del sol tiene una manera particular de arder durante la tarde, como almas que copulan en el manto temporal; al medio día brilla el mar, confundiéndose con el cielo.
En cierto sentido podría asegurar que mi espíritu lleva algo de murmullo marino.
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